Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Si bien por cuestiones económicas, de alcance y de tiempo, diversas editoriales han recurrido a las ediciones digitales, lo cual ha permitido que la sociedad cuente con una biblioteca mundial en línea, limitada solo por la formación de la persona en materia de idiomas.

De acuerdo con especialistas en sociología, pese a la era tecnológica sigue existiendo un sector de la población que demanda las publicaciones impresas, por lo que consideran que éstas no desaparecerán. 

Miguel Güémez Pineda, profesor investigador titular de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), comentó que hoy en día existe una gran variedad de libros electrónicos.

Mencionó que en las bases de datos se encuentran textos que van desde una nota o el capítulo de un libro hasta un ejemplar completo. Se pueden leer cosas exclusivas, de otros países y cualquier autor, únicamente limitado por la formación de quien busca la información, teniendo como barrera, en todo caso, el idioma.

“Muchas revistas a nivel nacional e internacional se dejan de publicar en versión impresa por los costos que representa de edición, impresión y distribución. A través de la versión electrónica se puede llegar a más lugares con difusión inmediata”, explicó el especialista.

Sin embargo, destacó que las revistas y libros en sus versiones impresas no desaparecerán por muchos motivos, las electrónicas se pueden “perder” en el ciberespacio y es muy difícil recuperarlas, además de que hay una generación, mayores de 50, que aún no tienen tanto acercamiento con la tecnología y prefieren el libro físico.

Por otra parte, aunque hay dispositivos que cuentan con adaptaciones para mejorar la experiencia desde el punto de vista electrónico, la vista cansada es un problema que se da con mayor frecuencia, tanto en jóvenes como entre la gente mayor, quienes en todo caso optan por realizar la lectura en formatos impresos, además que por tradición hay quienes prefieren este tipo de obras.

Agregó que ante esta situación y la integración de lo digital en el marco educativo, las instituciones están pidiendo las menciones de libros electrónicos en las bibliografías, por el tema del respeto a la propiedad intelectual; además de promover así el hábito de la lectura, ya sea en una versión impresa o electrónica.