En Cuaresma, todo católico debe hacer penitencia: sacerdote
'Debemos de intensificar esas tres cosas: limosna, ayuno y oración', dice el presbítero Jorge Martínez Ruz.
William Sierra/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Al cumplirse el primer viernes de Cuaresma, la Iglesia Católica pide promover la misma vivencia de Jesús, que es la limosna, el ayuno y la oración, manifestó el Pbro. Jorge Martínez Ruz, responsable de la Comisión Diocesana de Pastoral de Comunicación.
El sacerdote indicó que en estos tiempos debemos de intensificar esas tres cosas: limosna, ayuno y oración, y junto con ello debemos vivir y practicar las obras de misericordia.
“Hay que preocuparnos más por nuestros hermanos más necesitados”, recalcó.
El también párroco de Santa María de Guadalupe, en Cordemex, mencionó igual que la norma para cada viernes de Cuaresma es la abstinencia de carne, y lo que sí está permitido es pescado.
Sin embargo, señaló que los obispos a través de la Conferencia del Episcopado aclaran que si los recursos de la familia, a causa de la difícil situación económica no tienen otra carne que la del pollo, que es la más barata, se podría cambiar por alguna obra de caridad o abstinencia.
“Es por eso que algunos dicen que se puede comer el pollo, pero no es porque esté permitido sino se debe a que hacen el cambio”, indicó.
El sacerdote reiteró que si la situación económica no lo permite o sucede que en muchas casas sólo tienen gallinas para comer, entonces puede cambiarse esta práctica de piedad por otra.
En ese sentido, el Pbro. Martínez Ruz explicó que a cambio de comer pollo se puede rezar un rosario, un viacrucis, “en fin por un rato de oración, por un sacrificio, un ayuno, por muchas cosas”.
Todos están llamados a realizar una penitencia o actos de caridad o piedad. Por ejemplo, incrementar el número de días en que se práctica el ayuno o abstinencia de una comida o actividad favorita durante toda la Cuaresma.
Aquellos cuyo estado de salud -enfermos o embarazadas- o edad están eximidos de los requerimientos del ayuno y abstinencia, pero están llamados a realizar cualquier otro tipo de penitencia, o actos de caridad y piedad.