Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En Yucatán se promueven más de 300 ofertas de hospedaje en residencias particulares, mediante plataformas tecnológicas en el marco de la economía colaborativa, un modelo que vincula a usuarios con servicios prestados por propietarios de los predios.

Ante este panorama creciente en México y con presencia en la entidad, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) considera que son sanas las propuestas que ofrezcan mejores condiciones para decidir.

En este tipo de modalidad de hospedaje, los viajeros pueden comprar por noche desde un cuarto en una casa modesta hasta un espacio en una lujosa hacienda o casa de playa.

La economía colaborativa se enmarca en servicios como los que prestan, en el caso del transporte, Uber, Cabify, Ryde and Go y Airbnb. Se refiere a dar acceso a bienes o servicios que de otro modo estarían infrautilizados.

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Esta herramienta permite filtrar la búsqueda por cualquier ciudad del mundo, indicar si requiere casa, departamento completo, habitación privada o habitación compartida. Las tarifas van desde 190 hasta 20 mil pesos. De acuerdo con el sitio el precio promedio es de dos mil 432 pesos. También se advierte de que el monto puede variar al añadir impuestos.

“El tema es un debate interesante, aunque en México no ha agarrado vuelo, pero es parecido al tema de las Empresas de Redes de Transporte, en algunas partes del mundo ha generado tensión, al grado de que se han creado requisitos para defender a los hoteles, por ejemplo que puedes usar estas plataformas digitales, sólo si contratas más de ciertos días o estadías largas, medidas que son notablemente anticompetitivas”, apuntó, Alejandro Faya, titular de la Unidad de Planeación, Vinculación y Asuntos Internacionales de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

Destacó que herramientas como Airbnb son nuevas, eficientes, que benefician al consumidor y diversifican la competencia, pero como servicio de alojamiento temporal diferente a los hoteles con un tratamiento jurídico distinto con contratos de arrendamiento de poca duración.

“Es importante que no se restrinjan el uso de estas plataformas con el afán de proteger a otro agente económico que ya esté operando u ofrezca un servicio parecido.

"Hay que incrementar las opciones disponibles para el consumidor y regular cuando sea necesario. Esto no quita que estas plataformas y negocios estén sujetas a las mismas leyes que todos los demás, como las leyes de competencia, que aplica a sectores tradicionales y servicios asociados a tecnologías disrruptivas”, abundó.