Groenlots, un antojo rico y saludable hecho por yucatecos

Universitarios de la Uady buscan financiamiento para producir barras energéticas veganas; producto para personas que practican fitness.

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Groenlots contiene proteína, chocolate, cacahuate y avena, entre otros, está libre de conservadores. Imagen de los cuatro jóvenes universitarios que crearon el producto. (Milenio Novedades)
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Sonia de Anda/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.-  Cuatro jóvenes universitarios que han ganado diversas ferias locales y nacionales de emprendedores buscan financiamiento para comenzar a producir en serie más de mil barras energéticas veganas que les demandan en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.

Alicia Bates Maldonado, de 23 años; Alejandro González Giovannetti, de 29; Emmanuel Lugo González, de 21, y Esteban Hernández Moeno de 26, cuentan cómo las barras energéticas “Groenlots” se han convertido en un producto posicionado y demandado por ser único en su clase en México y que está dirigido a los sectores de personas que practican fitness y veganos, los cuales son bajamente atendidos en el mercado de los alimentos complementarios.  

Entrevistados en MILENIO NOVEDADES explican que son egresados de la licenciatura de Mercadotecnia y Negocios de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), donde le dieron forma a una barra energética para comercializar, la cual posteriormente se presentó en la incubadora de negocios de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM), donde fue diseñado el plan que deberán de seguir para comercializar el producto de manera inicial en cuanto cuenten con el capital.

Alejandro González explica que desde 2013 cocinaron el proyecto cuando eran estudiantes de la licenciatura de Mercadotecnia y Negocios Internacionales en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), tuvieron que desarrollar en un mes un producto para comercializar en un taller de emprendedurismo.

¿Cómo nació este negocio?

En la Uady teníamos una materia que se llama Taller de Emprendedores, ahí la dinámica es crear un producto, se hicieron equipos de diferentes carreras con integrantes al azar, nos piden crear una empresa en un mes. Nos enfocamos en la necesidad directa en los jóvenes universitarios, que no tenían tiempo para comer de manera sana porque hay muchas clases que son de 13 a 15 horas, comían en tiendas, así como barritas comerciales, pero esas tienen muchos conservadores y son pura azúcar, por lo que creamos una barra que sea completamente natural, sin tanta azúcar y sin conservadores y así nació “Dulce Vida”, un producto saludable que participó en la Primera Feria de Emprendedores de la Uady en 2014

Alicia Bates relata junto a sus compañeros que inicialmente eran ocho estudiantes de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) los que participaron en este proyecto, en el cual invirtieron recursos propios que llegaron a seis mil pesos. 

¿En qué exposiciones se dio a conocer la empresa y su producto? 

Después de la Feria de la Uady la maestra nos dijo que teníamos que levantar la empresa en un mes porque se iba a realizar la Expo Comercio, donde van todo tipo de empresas consolidadas y hay un espacio para los emprendedores de todas las universidades, donde competimos y quedamos en tercer lugar, teniendo apenas un mes de vida. Competimos con empresas que ya estaban incubadas y que eran de la UTM, que quedaron en primero y segundo lugar, aunque nosotros estábamos comenzando, pero en esos cuatro días vendimos cerca de mil barras, cuando el diagnostico era vender 400, por lo que sobrepasamos las expectativas.

Después vino la feria de la Uady donde participan todas las facultades y ahí ganamos el primer lugar en cuatro categorías que se calificaron: mejor proyecto, producto, stand y emprendedor social, ya que nosotros le dimos el giro más social a la barra, pues nos dimos cuenta que con los nutrimentos que tenía podía combatir la desnutrición y la obesidad, pues se fomentaba la vida saludable.

Con esto la Uady nos eligió para que la representáramos en la Feria Emprendedora que hace la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (Anfeca), que hace un concurso de emprendedores, primero en el ámbito regional que fue en Ciudad del Carmen y ahí ganamos en primer lugar, lo que fue el pase para representar a la región sur en el concurso nacional, en Tlaxcala, donde obtuvimos el segundo lugar en la categoría de Tecnología Intermedia, que era la más difícil por ser la más común y ser la de mayor competencia, entre proyectos presentados por la UNAM, el Tecnológico de Monterrey, la UDG, por mencionar algunas.

El diseño de un producto único en el mercado

Emmanuel Lugo señala que después de esta etapa de concursos y al observar la aceptación que tuvo el producto en la comunidad universitaria y de negocios, comenzaron a surgir propuestas interesantes para la comercialización en masa de la barra. Sin embargo, fueron francos para reconocer que se enfrentaban a un mercado muy competido en el que grandes empresas tienen productos posicionados, por lo que consideraron replantear el proyecto para darle un nuevo giro, que lo hizo único en el mercado.

¿Cómo logran hacer que su producto sea único en el mercado?

A partir de eso buscamos establecer y crecer la empresa para dedicarnos de lleno a vender el producto en distintas tiendas, pero al tener un acercamiento con la Secretaría de la Juventud de Yucatán (Sejuve) y la UTM, donde tuvimos varias pláticas, decidimos aplicar para entrar a la incubadora de negocios de la universidad y quedamos entre los proyectos seleccionados para establecer la empresa, pero ahí surgió un cambio radical y la empresa se transformó a lo que hoy es “Groenlots”.

Lo decidimos porque hay mucha competencia de marcas que dicen que son naturales, aunque nosotros nos diferenciamos en que no usamos conservadores, pero teníamos que competir con ellos y mejor buscamos un mercado que fuera más fácil.

Encontramos el del fitness, con personas que practican actividad física rigurosa y el de los veganos, que no consumen ningún producto procedente de los animales, ni miel, ni huevos, etcétera, ya que nadie les ofrecía una barra de proteína vegetal con un alto nivel proteico y que no sea de origen animal y carezca de conservadores, pues las que hay son extranjeras, pero en México no existen.

Después de seis meses de investigación, desarrollo del producto con chefs la pudimos sacar, ya que la proteína por sí sola sabe muy mal es como un alga marina, así que fue un reto combinar los ingredientes que le dan un sabor muy rico y generar ésta que contiene chocolate, por eso ahora estamos en la etapa de introducción al mercado y se está instalando el centro de producción para satisfacer la demanda, ya que en este momento no se está vendiendo, aunque ya tenemos clientes potenciales que les interesa el producto no sólo en Yucatán, sino en Guadalajara, Monterrey, y D.F. pues hay gimnasios y eco tiendas a las que les interesa el producto.

Recursos

Después de probar el éxito de su producto natural hoy los jóvenes están por definir un sistema de financiamiento, pues requieren de 300 mil pesos para lanzar la producción de esta barra que ya está en un proceso de registro de patente, aunque se muestran abiertos a contar con socios inversionistas.

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