Yucatán 'exporta' altruismo a otros países
Muchos jóvenes yucatecos viajan al extranjero para apoyar en acciones de enseñanza de idiomas, proyectos de nutrición y actividades con niños.
Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Enseñanza de idiomas, proyectos de nutrición y diversas actividades con niños en situaciones vulnerables, programas ambientalistas, entre otros, son las principales acciones que cada año Yucatán “exporta” al extranjero por medio de voluntariado.
Si bien el altruismo es una actividad que forma parte de la cultura de Yucatán, cuenta con más de 800 asociaciones dedicadas a la labor social en materia de salud y ambiente, principalmente, hoy en día este ánimo por ayudar al prójimo se expande a otros países.
Naciones de Latinoamérica y países europeos como Dinamarca, Alemania y Francia, son los que ofertan espacios para que personas con la inquietud de ayudar se sumen a los diversos proyectos.
Entre las asociaciones con mayor trascendencia en el Estado se ubica AFS, “American Field Service”, por sus siglas en inglés (Servicio de Campo Americano), que inició durante la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos y posteriormente se consolidó como la primera en realizar intercambios académicos y de servicio social.
Al año, a nivel nacional tan sólo esta asociación recibe a 150 extranjeros que participan en los diferentes programas del país, mientras que otros 150 jóvenes mexicanos se van a hacer servicio social al extranjero, el 60 por ciento es originario de Yucatán. Este año, el Estado recibirá 13 participantes extranjeros.
Catalina Ortuño Pineda, directora regional de AFS, explicó que actualmente manejan intercambios escolares y de mayores de 18 años y cursos intensivos, pero al ser una organización sin fines de lucro, los participantes pagan un monto entre los siete mil y 10 mil dólares; si se trata de un semestre o un año, respectivamente, monto que se destina a la preparación del voluntariado y en toda la labor social que hace la organización a nivel mundial.
“La principal actividad es que se van un año de intercambio de preparatoria; los mayores de 18 años, que acuden en plan de servicio comunitario, escogen un proyecto, el país manda su oferta y todo el año el joven trabajará en eso, esto es un preámbulo para que vayan encaminándose a la vida laboral y sensibilidad”, señaló Catalina Ortuño.
Agregó que por el momento hay más demanda del extranjero a México que de este país a otras naciones, ya que a los yucatecos todavía les cuesta trabajo, pues hacen mucha labor social en el Estado, pero la decisión de irse les atemoriza; sin embargo, cada vez son más los jóvenes interesados.
Si bien AFS tiene una red de 60 países para realizar intercambios académicos, la oferta de los países disminuye para servicio social, ya que no todos requieren de estas acciones.
Algunos de los servicios se enfocan en orfanatos, hospitales, alimentos, escuelas, idiomas, computación, turismo, medio ambiente, reciclaje, trabajo con niños maltratados y migrantes.
Para ser parte de esta experiencia, se requiere ser mayor de edad, tener mucha flexibilidad, tolerancia, buena disposición y actitud, pues lo importante no es mandar cantidad, sino calidad; un año antes de irse deben tomar cursos del idioma y tener una preparación personal. Al ser seleccionados, los jóvenes escogen el país y un proyecto de los que se oferten.
Becarios
La Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán (Japey) cuenta con proyectos de ayuda social en los que jóvenes yucatecos pueden participar como becarios.
Bertha Alicia Rosado Rodríguez, directora general de la Japey, indicó que si bien es cierto que Yucatán replica las mejores prácticas a nivel nacional, existen otras oportunidades para jóvenes.
“Nos encantaría que se quedaran, pero si aquí no encuentran su espacio, que vayan a otros lugares para hacerlo; qué maravilla que la gente pueda demostrar que la comunidad yucateca es buena, comprometida con causas sociales”, señaló.
Agregó que para los jóvenes que estén interesados en aportar a la comunidad, siempre se pueden acercar a la Japey y participar en el modelo “Semillero de Líderes Sociales”, donde se forman a los próximos profesionistas sociales.
Experiencia
Mientras tanto, Geovanna Rodríguez Arceo, coordinadora de Servicio Comunitario de AFS, señaló que en el Estado se coordina la llegada de extranjeros para realizar servicio social.
También se entablaron diálogos con diferentes asociaciones civiles del Estado, y de acuerdo con las necesidades, se canaliza a los jóvenes según sus habilidades. En Yucatán, permanecen 11 meses; este año llegaron el 9 de agosto y regresarán en julio de 2015.
Las asociaciones aceptadas en el programa cada año pueden recibir un participante, quien vive con familias anfitrionas a las que no se les paga, pues son voluntarias porque quieren vivir una experiencia multicultural; estos extranjeros son apoyados por 40 voluntarios de esta red en el Estado, que están pendientes de ellos.
Crece interés por hacer labor social
Por otro lado, el interés de los jóvenes yucatecos por realizar labor social en otros países va en aumento, aseguran representantes de agrupaciones encargadas del bienestar social.
“Creo que las experiencias globales dan un plus en cualquier ámbito de la vida, en especial enfocado a la acción altruista; podemos ver que no hay cultura donde no exista voluntariado o ayuda solidaria; en los países más avanzados, la cultura de ayudar es muy alta”, señaló Guillermo Martín González, coordinador de enlace de Ezer, la Casa del Voluntario Yucatán.
Agregó que mientras un país se aboca en ayudar a los más pequeños, éstos crecen con mayor facilidad y tienen mejores oportunidades y calidades de vida.
“El hecho de que vayan y conozcan cómo funcionan estos lugares es muy enriquecedor, ya que lo pueden traer a nuestra cultura, que si bien tenemos muchas cosas buenas como la paz, la tranquilidad y la fraternidad, entre otras cosas, el hecho de ver qué es lo bueno de otros lugares y traerlo a nuestro Estado, nos enriquece más”, aseguró Martín González.
“Este tipo de experiencia, el visitar otro país, abre la puerta a que gente de otras naciones también quieran venir a conocer el Estado o México, y eso nos enriquece porque estamos conociendo otras culturas y aprendiendo cómo ayudan”, señaló.
En la parte académica, en los países desarrollados es difícil entrar al nivel universitario; por lo que para ganar el plus de entrar deciden tener puntos extra en su currículum por medio de la realización de voluntariado en el extranjero, modelo que se copia en Yucatán.
Entre los beneficios se encuentra conocer otra cultura, descubrir aspectos en los que son mejores; el tener contacto con personas de diferentes lugares otorga experiencias para que en un futuro, si se desea realizar un proyecto, éste sea más amplio.
En ciernes
- Guillermo Martín González, coordinador de enlace de Ezer, la Casa del Voluntario Yucatán, destacó que la cultura del altruismo en el extranjero está en sus inicios.