Desde hace más de un par de años, madres de familia han sufrido por los malos manejos del kínder Chichén Itzá, en Xcumpich, donde, según ellas, les han exigidos pagos mensuales disfrazados de cuotas voluntarias y donaciones de mobiliario.

Estas son algunas de las acciones que han vivido mientras sus hijos reciben educación en sus instalaciones.

En entrevista, diversas afectadas dijeron que hay muchos casos de amedrentamiento por parte de la directora, misma que solicita cuotas voluntarias que terminan siendo obligatorias, con el pretexto de ser para el mantenimiento de las instalaciones; sin embargo, si un niño no tiene el pago registrado, se expone su nombre y el de los padres de familia en un tendedero de deudores, aunque es un delito, pues según la Ley General de Educación, en su artículo 6, no se puede realizar un cobro por el acceso a la educación.

Dijeron que también les cobran 50 pesos por los desayunos que llegan a la escuela de parte del DIF, que incluyen leche, una barrita alimenticia y una manzana. Aclararon que las manzanas no llegan a la escuela.

La maestra, dijeron, pidió apoyos a la comisaria para eventos como el Día del Niño y Día de las Madres, pero de todos modos les cobró 80 pesos por cada menor.

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