MÉRIDA, Yucatán.- Las mangas de langosta que se han visto durante las últimas semanas en distintos puntos de la ciudad se deben a que los insectos se encuentran en su etapa migratoria, en busca de alimento para sobrevivir y en su recorrido se encuentra la ciudad de Mérida, informó Mario Poot, coordinador de la Campaña Estatal de Langosta del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Yucatán (Cesvy).

Precisó que dicha etapa ocurre cada año; sin embargo, en esta ocasión el recorrido de los insectos es más al centro de la ciudad, lo que los hace más visibles para las personas.

El año pasado, informó, como parte del Programa de Langosta el Cesvy controló tres mil 420 hectáreas y 117 mangas en diversos municipios del oriente del Estado, sobre todo en Tizimín, Cenotillo, Panabá, Buctzotz, Río Lagartos, San Felipe y Tunkás, por mencionar algunos, que son las zonas de reproducción del insecto. La cifra anterior representa 4.3 veces más que lo trabajado en 2019, cuando fueron 813 hectáreas y 13 mangas.

Destacó que el año pasado, con el paso de los huracanes que dejaron severas inundaciones, la población de langosta se incrementó de manera significativa.

“Por fortuna podemos decir que pese al incremento poblacional de langosta no hemos tenido daños en el sector agropecuario, ahora lo que está sucediendo es que tenemos a la langosta en fase migratoria, tiene que volar y dirigirse a otra zona en busca de alimento o refugio; su ruta de migración natural es como irse a Campeche y si logran ovipositar huevos debajo de la tierra sus hijos regresarían”, explicó.

Efectos por el cambio climático

El especialista aseguró que, en coordinación con investigadores de otras partes del mundo, analizan los efectos que el cambio climático está ocasionando en los insectos, pues se ha observado que este año se registró un adelanto del ciclo de vida de la generación y con ello también se acorta el tiempo en las etapas de reproducción, por lo que las medidas y estrategias de control deben ser más rápidas.

Detalló que debido a los cambios, las salidas de las mangas de langosta iniciaron a mediados de octubre del año pasado, dos meses antes de los tiempos establecidos.

“Lo que estamos viendo ahora es la parte final de la etapa de migración de las mangas, lo que nos sucedió en Mérida es que durante su arribo no tenemos la libertad de controlar como fumigamos en las áreas agrícolas porque hay personas, negocios, mascotas, entonces lo que hacemos son operativos en bloques. Por ejemplo, si cayó en el fraccionamiento Vergel checamos en qué parte se puede aplicar, buscamos lotes baldíos, parques y jardines, pero si está en el patio de las casas no”, aseveró.

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