Prueban en Yucatán plan de atención a niños con diabetes
El programa otorga servicio a adolescentes e infantes con cáncer y que padecen condición diabética a causa de los fármacos.
Cecilia Ricardez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Por la prevalencia de la enfermedad en edades tempranas, Yucatán figura para replicar el programa de atención en niños y adolescentes en el manejo de diabetes tipo 1 del Centro Especializado en el Manejo de ese mal de la Ciudad de México, el cual tiene una labor puntual para los infantes con cáncer que desarrollaron la enfermedad como consecuencia de sus tratamientos.
Fernando Ramón Ramírez Mendoza, médico pediatra endocrinólogo y creador del proyecto, dijo que actualmente consolidan el equipo profesional para fortalecer el modelo y crear un grupo de expertos capacitados, que a su vez entrene a los representantes de cada Estado.
Entrevistado en el marco del III Foro de Diabetes de la Ciudad de México, dijo que este tipo de trabajo es necesario en las entidades porque existen un número reducido de especialistas y, en Mérida, sólo tienen identificada a Mercedes B. Medina Aguilar, endocrinologa pediatra, con quien comparten avances del programa, así como información científica y buenas prácticas para que eventualmente se establezca el vínculo para replicar el modelo de atención.
Dijo que como parte de la labor, atienden a niños y adolescentes con diabetes, derivado del cáncer, a quienes se les brinda un servicio especial.
“Esta condición se ha incrementado en niños en particular, requieren un tratamiento que todavía no es genérico y cuyas acciones por fortuna logra buenos resultados en muchos pacientes. En el proceso, requiere de medicamentos que directamente llega a afectar la función del páncreas, el protagonista en el tema de diabetes; su efecto es tóxico, mata las células que están produciendo insulina, como consecuencia la glucosa elevada”, explicó el doctor.
Dijo que este tipo de consecuencias tiene muchos factores, entre ellos el fondo genético del menor, lo que lo hace más susceptibles, también aquellos que ya tenía malos hábitos alimenticios y se complicó con los procedimientos.
“Hay pacientes que son exclusivamente sensibles al tratamiento; hoy día es positiva la supervivencia de los niños con equipos más completos en lugares, como la Ciudad de México; pero en un lugar donde no hay endocrinólogos y sólo el oncólogo atiende, son referidos con nosotros y nos damos cuenta que una de las principales complicaciones es la diabetes. Un niño que supera el cáncer, y después no encuentra un lugar que lo atienda de manera adecuada para la diabetes, vuelve a quedar en una vulnerabilidad”, abundó.
Destacó que es necesario identificar a esta población para ofrecerles una atención especializada, porque su cuerpo reacciona diferente a los tratamientos respecto a los que desarrollaron la diabetes en otra circunstancia.
“Representa una gran oportunidad para revertir que esta generación sea parte de la que le reste esperanza de vida a la siguiente”, concluyó.