La discapacidad, todo un reto en la vida diaria
Un grupo de personas experimentan una interesante experiencia en carne propia por las calles del Centro Histórico de Mérida.
Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- De pronto se tuvieron que valer de otras habilidades, guardaron silencio y se concentraron, algunos que antes caminaban ahora se valían de la fuerza de sus brazos para empujar las ásperas llantas de una silla de ruedas.
Otros, que antes veían, agudizaron el oído y empuñaron el bastón con fuerza, para quienes escuchaban se hizo el silencio total, procurando leer los labios y seguir el hilo de las conversaciones, una tarea casi imposible.
Así empezó una simulación de discapacidades, auditivas, motrices y visuales, como parte de la “V Semana Cultural por los Derechos Humanos que organiza la Codhey. Escoltados por una “sombra”, un compañero que les fue guiando en el recorrido de una cuadra, un recorrido de 10 minutos, que las calles angostas del centro, macetas, botes de basura, casetas, baches, autos y rejillas volvieron de casi una hora.
El policía detuvo el tráfico para dejar pasar a aquel grupo de personas que simulaban tener una discapacidad y los autos se vieron obligados, entre quejas y ruidos de claxon, a esperar hasta que el último cruzara y se encontrara a salvo para continuar su camino.
Continuaron caminando, cada grupo atrás del otro, escoltados por acompañantes y protegidos por un policía, cosa que en la vida real no sucede, porque en la vida real este sector vulnerable se tiene que valer por sí mismo, sólo y sin acompañantes, sólo y sin un policía pendiente parando el tráfico y escoltándolo, sólo, soportando además, las miradas y comentarios discriminatorios de una sociedad y una ciudad que aún no está preparada.