Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- En Yucatán se vive un auge de deportes extremos que invitan a vivir una experiencia diferente e inolvidable, como adentrarse a las entrañas de los cenotes o simplemente “volar” practicando buceo a mar abierto, espeleobuceo, vuelo de parapentes, skateboarding y gotcha, entre otros. 

Estos deportes apasionan a los amantes de la adrenalina y la aventura, y a otros los hace “olvidar” situaciones diarias del hogar, el trabajo o la escuela; los expertos recomiendan tener siempre presente que se deben realizar estas actividades con seguridad y responsabilidad, bajo la supervisión de un especialista.

Entre los deportes extremos preferidos por los yucatecos, sobre todo los jóvenes, se encuentran el buceo y el espeleobuceo, por lo que varias empresas ofrecen una amplia gama de cursos, que incluyen el equipo necesario para que las actividades se desarrollen de manera divertida y segura.

El precio de las instrucciones van de los 950 hasta los cinco mil pesos; en el caso de parapentes o paramotores, la preparación es de 18 mil pesos, y consta de cinco sesiones, que incluyen teoría y práctica.

El gotcha también está identificado como deporte extremo. En Mérida hay un lugar con tres escenarios con trincheras y obstáculos para que el usuario viva divertidas e intensas horas de juego. El precio es desde 150 hasta 270 pesos. 

Si quiere disfrutar de una aventura familiar que englobe diversas actividades, hay empresas que ofrecen gotcha, toboganes, go kart infantiles y adultos, tirolesa y paredes para escalar, entre otros; los juegos tienen diversos precios y algunos se manejan por paquetes.

Toma auge el interés por explorar tesoros acuáticos

El buceo en Yucatán ha repuntado en la última década, por lo que cada vez hay más gente formándose en ese tipo de actividades acuáticas, informó el director e instructor de Yucatán Dive Center, José Antonio Ceballos Uc. 

En entrevista, Ceballos Uc, quien tiene su casa de buceo en la colonia García Ginerés, explicó que se debe diferenciar lo que es el buceo del espeleobuceo, ya que algunas personas confunden las actividades. Ambas son atractivas, pero tienen sus propios “encantos”. 

Mencionó que el buceo se desarrolla en sitios de agua abierta, es la actividad de respirar con equipos autónomos y se realiza en el mar, ríos, lagos y cenotes, donde se puede salir a la superficie.

En el caso del espeleobuceo es adentrarse a las cavernas subacuáticas y cuevas, actividad que se centra en la exploración. La práctica del buceo en cuevas debe ser realizada personas que, además de ser expertos espeleólogos y buzos, dominen las técnicas y equipos especializados.

Agregó que en la última década el interés por practicar el buceo ha incrementado al doble, y en los últimos dos años ha crecido el gusto por las cavernas subacuáticas, aunque esta actividad requiere un entrenamiento especial.

Ceballos Uc recordó que preside la Asociación de Buzos Técnico-Deportivos de Yucatán, integrada por 300 personas comprometidas con la conservación de los recursos naturales y llevar a cabo acciones en los arrecifes y cenotes. 

Añadió que no es sólo bucear, sino que hay que velar por la riqueza subacuática.
Dijo que para comenzar en esa actividad se requiere de un curso en agua abierta (open wáter) y después está el curso avanzado; a partir de la segunda certificación la persona puede ser aceptada en un curso de caverna o cuevas, de manera que hay todo un procedimiento especial con sus respectivos manuales teóricos y prácticos. 

Aprenden a dar un paseo aéreo por el Mayab

En cinco días una persona puede adquirir la técnica básica para el pilotaje del paramotor, incluso tener su primer vuelo por Yucatán, explicó el director de la empresa Flyventure e instructor de vuelo, Javier Medina Espinoza.

Señaló que este deporte es tan emocionante que quien lo practica queda con la adrenalina al máximo tras dar un paseo.

A nivel nacional se han certificado unas 50 personas en el manejo de paramotor, la mitad de esa cifra son del Estado.

Medina Espinoza, pionero en vuelo de paramotor en el Sureste, explicó que los cursos se imparten por cinco días; uno es para teoría, tres de enseñanza técnica-práctica y otro para los primeros vuelos.

Entre los requisitos que deben cubrir los alumnos para tomar el curso se encuentran estar en condiciones físicas sanas, tener un peso mínimo de 55 kg y máximo 120 kg, con edad mínima 15 años; el costo del curso es de 18 mil pesos.

El material que proporciona la escuela para el curso son paramotor, parapente, casco, radios, manuales y videos. 

De acuerdo con datos proporcionados, el paramotor es un parapente motorizado, lo que hace que las personas disfruten desde las alturas de la naturaleza de la zona donde se encuentran. 

Medina Espinoza señaló que este equipo es transportable, el maletero del coche es suficiente, y alcanza la máxima expresión de avión ultraligero.

El despegar con los pies lo convierte en una aeronave todo terreno, y debido al radio de giro tan reducido y a su velocidad mínima de vuelo puede aterrizar prácticamente en cualquier sitio.

Agregó que es un deporte fácil de aprender y seguro; recordó que ha sido instructor de personas sobre ese deporte en Guanajuato, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Campeche y Quintana Roo. 

El instructor comentó que al concluir el curso se otorga un diploma certificado por la escuela de paramotor Flyventure. 

“A la gente le encanta la idea de volar, de manera que cuando toman la decisión la sensación es diferente, siempre y cuando se sigan las reglas adecuadas”, puntualizó. 

Escuelas

• En México sólo hay dos escuelas que ofrecen clases de paramotor, Flyventure, y una más en Acapulco.