Durante el pasado mes de agosto Yucatán se ubicó entre las cinco entidades del país que registraron las tasas más bajas de desempleo con 2.5 por ciento, pero aún muy lejos de sus más bajo registro de 1.8 por ciento en febrero del 2020, un mes antes de la llegada de la pandemia de Covid-19 a tierras del Mayab.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el octavo mes las tasas más bajas se registraron en Guerrero con uno por ciento, Oaxaca con 1.5, Michoacán 1.6, Morelos y Yucatán con 2.5 y Chihuahua con 2.7 por ciento.

Ese índice de desocupación es uno de las más bajos en lo que va del año, aunque representa que aún hay unas 29 mil personas sin empleo en la entidad. Según cifras del Inegi, durante el segundo trimestre de este año en Yucatán la población ocupada era de 1.16 millones de personas, un aumento de 10 mil 632 con respecto a los primeros tres meses de 2021.

De esa cifra, los hombres emplea dos eran 679 mil 811, cifra menor en 11 mil 572 respecto al trimestre anterior, y las mujeres, 479 mil 285, un aumento de 22 mil 204 en el mismo lapso.

Continúan los salarios bajos en Yucatán 

Al respecto, el presidente de la Coparmex Mérida, Fernando Ponce Díaz, ha señalado que el siguiente reto para el sector empresarial yucateco es continuar recuperando los empleos perdidos, pero a la vez resarcir los salarios afectados por la pandemia de Covid-19, situación que sigue lastimando el ingreso de la planta laboral estatal.

El dirigente del sector patronal afirmó que medianas y micro empresas yucatecas redujeron hasta en un 20 por ciento el salario de sus colaboradores para mantener la planta productiva, y a más de un año y medio de pandemia esta medida sigue vigente.

“Esto ha impactado en gran medida al poder adquisitivo de los trabajadores, pero también hay que agregar que los productos de primera necesidad siguen aumentando, lo que deteriora aún más la capacidad económica de las familias y su calidad de vida”, señaló.

Ponce Díaz reconoció que han sido dos años muy difíciles para las empresas y que la situación se ha complicado; sin embargo, esperan poder recuperar paulatinamente las condiciones de empleo y crecimiento que el Estado venía desarrollando antes de la emergencia sanitaria.

Consideró que existe un rezago en materia laboral, principalmente por falta de apoyos federales para incentivar la creación de empleos en los casi dos años que lleva la pandemia de Covid-19, y que el principal impacto es para los bolsillos de los jefes de familia. 

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