La tarifa eléctrica Domésticas de Alto Consumo (DAC) aumentó en noviembre 17.3 por ciento, muy por arriba de la inflación nacional que promedió 8.4 por ciento en 12 meses.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE), el precio de la electricidad se elevó desde el pasado mes tras el fin del subsidio de verano y también empujado por el efecto inflacionario.

En los hogares de Yucatán los recibos de electricidad con facturación a noviembre registran hasta 31.4 por ciento de incremento comparado con el del bimestre anterior cuando persistía el subsidio.

Afectación de las tarifas eléctricas a los yucatecos 

Según la CFE, la tarifa de invierno tiende a la baja por el descenso en las temperaturas, pero en Yucatán el promedio de temperatura para este periodo se mantiene en 36 grados y con ello el consumo de energía.

Usuarios de la CFE señalan que su facturación del bimestre octubre-noviembre se registró al alza. Uno de ellos comentó que en el de julio-septiembre pagó mil 413 pesos, mientras que el actual, con solo 34 días fuera del subsidio, ascendió a mil 862 pesos, es decir, un alza de 31.7 por ciento.

Negocios son de los más afectados por aumento de las tarifas de la CFE 

No sólo los hogares resienten estos incrementos. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Jorge Cardeña Licona, advirtió que el alza en las tarifas de energía sería el “tiro de gracia” para cientos de microcomercios que apenas empiezan a recuperarse de los efectos de la pandemia de Covid-19 y de la constante inflación.

El dirigente empresarial subrayó que entre los principales gastos de los pequeños negocios figuran la renta y la electricidad, por lo que solo en Mérida podrían estar en riesgo de quiebra cuando menos mil 500.

En su opinión, un aumento en las tarifas de energía en estos momentos de recuperación sería catastrófico para cualquier familia y empresa, sea grande o micro.

Cardeña Licona señaló que el alza de la CFE, que promedia 8.3 por ciento, se transforma hasta en 50 por ciento, muy por encima de la inflación, lo cual es un golpe muy fuerte para el comercio en pequeño.