El manglar de la laguna Nichupté se vuelve a ver afectado con contaminación de residuos sólidos este 2024, principalmente por los malos hábitos de las personas que causan que todo tipo de cosas recalen en las áreas naturales protegidas.

Este sábado, voluntarios realizaron uno de los primeros saneamientos al manglar de la laguna Nichupté, en el kilómetro 4.5 del bulevar Kukulcán, de donde sacaron 250 kilogramos de artículos.

A diferencia de la afectación en el área urbana, en la laguna ya comienza a afectar a la diversidad de fauna, ya que entre lo sacado se incluyó un cangrejo atrapado en un contenedor de vidrio, aunque el mismo riesgo aplica para diversas especies de animales, como peces, reptiles, caracoles, y aves.

Jessica Martínez Barrera, integrante de la asociación Highlife México, comentó que la basura entra por el Jardín del Arte, ya que es común que la gente vaya y aviente su basura; y también proviene de embarcaciones que pasan por la zona y arrojan cosas.

“Eso se puede deducir por el estado de descomposición de los residuos, porque ya cuando están en el manglar, cuando pasa el tiempo ya se ven como sucios, degradados, en estado de descomposición”, dijo.

Por su parte, Pablo Manuel Rubio Taboada, director de Áreas Naturales Protegidas de Benito Juárez, señaló que los manglares suelen contaminarse por la falta de educación de la gente.

Además de la mala disposición, el manglar en su proceso de captación de dióxido de carbono y descomposición de nutrientes de los desechos que provienen de tierra, emite gases y olores parecidos a la putrefacción.

“La gente relaciona mal olor con basurero. Ese ecosistema nos ayuda como un filtro natural. Todo lo que viene de la plataforma continental (…) en algún momento termina yéndose hasta el mar. De todo lo que viene lo capta y lo atrapa ahí, entonces el agua que llega al arrecife llega en una condición más limpia”, detalló.

Por otra parte, el entrevistado mencionó que es importante para la gente preservar este ecosistema, porque un bosque de manglar puede captar hasta seis veces más dióxido de carbono que cualquier otro bosque o selva.

Además, las especies del arrecife tienen sus crías entre las raíces del manglar, ahí crecen, y cuando llegan a una etapa juvenil regresan al mar.

Pero si hay basura afecta la biodiversidad dentro o debajo del manglar, por intoxicación o el riesgo de lastimar o enredar a los animales.