A dos semanas de las elecciones

Cuando concluya la semana en curso faltarán dos para las elecciones en seis estados...

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Cuando concluya la semana en curso faltarán dos para las elecciones en seis estados del país y aunque las tendencias y mediciones previas indican que Morena ganará en todas y obtendrá mayoría donde sólo se renovará en Legislativo estatal respectivo, en Quintana Roo ronda un desánimo profundo por y hacia todos los actores políticos, estatales o nacionales, sumado a una apatía de la autoridad electoral local que pareciera advertir el deseo de que el abstencionismo en las urnas se agudice, aumentando su descrédito como árbitro, pero abriendo la posibilidad de “premios” posteriores a que concluyan su encargo los actuales consejeros.

Sólo así se explica que, a menos de un mes de realizadas las elecciones, el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) iniciara su campaña de llamado al voto, cuando pudo hacerlo durante los 45 días que duran las campañas partidistas  e incluso en las etapas previas del proceso electoral.

Más aun, el Instituto Nacional Electoral (INE), la autoridad nacional que coadyuva en las tareas locales así lo ha hecho; luego entonces, cómo explicar tanta apatía del Consejo General del Ieqroo, si no es en el ánimo de que el ciudadano no se movilice a las urnas.

Recuérdese que por décadas los partidos de oposición han sido los más interesados en que el electorado vote, más aun en procesos intermedios como el que vive Quintana Roo, pues la participación tiende a ser menor y la frase de que “las elecciones intermedias se ganan con estructura” se refiere a que los partidos en el poder utilizan estrategias de “movilización” para asegurar votos para sus candidatos.

En eso radica la confianza de algunos candidatos del PAN-PRD- PESQ, que son sabedores del descrédito que arrastran, pero tienen la esperanza de que el poder los cobije y lleve al triunfo. Faltaba más, para eso son sus obedientes soldados. Con honrosas excepciones, como siempre.

En el otro extremo pendular de la política; en Quintana Roo –como en todo México- existe aún la tendencia de dar voto de fe a Morena, a pesar de que en el caso local los gobiernos de ese color han resultado un absoluto fracaso en los meses que tienen en el poder.

Esa es la confianza que tienen algunos abanderados que, también hay que decir, tienen muchos antecedentes cuestionables y cuyas campañas no han sido precisamente propositivas; luego entonces, pareciera que ningún contendiente local funda sus esperanzas de triunfo en las capacidades propias, sino en la fortaleza para “movilizar” o en la esperanza que tienen los mexicanos en la cuarta transformación republicana.

Siendo así, nada bueno puede esperarse desde ahora de la XVI Legislatura quintanarroense; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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