Chanito y la unidad de las “tribus”
El proceso de definición de la candidatura por la alcaldía de Benito Juárez fue largo.
El proceso de definición de la candidatura por la alcaldía de Benito Juárez fue largo, por momentos dio visos de ruptura y aun ahora se mantiene una guerra de baja intensidad en contra de José Luis “Chanito” Toledo Medina, quien resultara abanderado, pero el virtual candidato tiene una ventaja sobre sus competidores que ha sabido guardar hasta ahora, pues puso como condicionamiento que su nombramiento estuviera avalado por todos los grupos políticos internos del PRD y lo logró, así que los ataques no son más que “estertores” de quienes se niegan a reconocer la derrota.
Y es que al diputado federal con licencia se le pueden endilgar todo tipo de calificativos pero hay un factor innegable: su habilidad para obtener el apoyo no sólo de todos los partidos de la coalición “Por Quintana Roo al Frente”, PAN, MC y PRD, sino particularmente de los grupos tan disímiles que componen al llamado Sol Azteca, cuestión que no pudo lograr el también diputado local con licencia, Emiliano Ramos Hernández, pues no logró en dos años lo que Chanito hizo en tres meses.
Ahora bien, la “guerra de memes” sigue acusando a Toledo Medina de no cumplir el requisito de residencia, de seguir a las órdenes del ex gobernador Borge Angulo, pero lo cierto es que el virtual candidato está ahora más concentrado en el diseño de los temas de su campaña y probable gobierno, que en responder a señalamientos –muchos de ellos, por cierto, de actores menores “del cambio”– que no modificarán la decisión de los partidos, pues luego del respaldo del perredismo, ayer mismo el PAN manifestó el apoyo para que la candidatura siga su curso.
Por cierto, que los ataques al candidato tienen que ver más con la sucesión del 2022 que con el posible gobierno que haría del 2018 al 2021, pues siendo Benito Juárez el municipio que aglutina la mayor población de Quintana Roo, asumen sus detractores que la alcaldía lo colocaría como posible aspirante a la gubernatura estatal; pero ¿no habrán razonado acaso que ese debió ser el primer tema que Toledo Medina ha de haber discutido con el “gran elector” estatal, que fue quien le brindó el respaldo para ser alcalde? Hay críticas que de tan obvias, resultan fútiles y evidencian más a quien las profiere, que a quien las recibe.