Acusan empleadas a Mondragón
El director general de Seguridad Pública y Tránsito en Othón P. Blanco, Antonio Arenas Mondragón, convirtió en un infierno la institución para seis empleadas que presentaron sus quejas por separado...
El director general de Seguridad Pública y Tránsito en Othón P. Blanco, Antonio Arenas Mondragón, convirtió en un infierno la institución para seis empleadas que presentaron sus quejas por separado ante la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo (Cdheqroo). Acusan que han sido sometidas a acoso sexual, humillaciones, discriminación y carga inhumana de trabajo que han detonado problemas psicológicos y físicos, incluso en una embarazada que perdió su bebé.
Por increíble que parezca, entre las víctimas hay psicólogas de la Unidad Especializada para la Atención de Víctimas de Violencia Intrafamiliar y de Género (Unepav) y del Centro de Atención a Víctimas y Menores en Riesgo (Cavimer), quienes han sido tratadas con seña por sus superiores jerárquicos.
Porque el maltrato habitual del Coronel de Artillería ha sido imitado por el Subdirector Operativo y por los compañeros de las damas que son arrestadas sin justificación y forzadas a jornadas de 24 (trabajo) por 24 (descanso), incluyendo a la embarazada.
El director de la policía capitalina presume que el puesto no se lo debe al alcalde Luis Torres Llanes, y con esa fortaleza se desplaza tratando con prepotencia a gran parte del personal femenino bajo su mando; una de ellas acudió al área de psiquiatría del ISSSTE y denunció las agresiones en la Fiscalía General del Estado, encabezada por Miguel Angel Pech Cen.
Una de las quejosas solicitó la intervención de Derechos Humanos y que se realicen acciones para proteger su integridad, ya que ha existido discriminación en su contra y teme por su vida. “Han investigado nuestras vidas privadas, redes sociales, y han amenazado a mi jefa por la condición del Coronel, por las influencias que tiene…”
Otra de las quejosas expuso: “el lunes seis de marzo nos presentamos al homenaje desde las seis de la mañana, y como el director general Arenas Mondragón dijo que el hecho de que estuviera embarazada no es estar enferma, tenía que acudir al homenaje, y a pesar de que sabían que mi estado de salud era delicado no se me permitió sentarme, por lo que estuve parada hasta las nueve de la mañana; fue cuando me empecé a sentir mal y aún así me fui a la oficina…”
Continúa: “Ese día al salir a las cuatro de la tarde acudí a cobrar mi compensación al Palacio Municipal y me empecé a sentir mal, por lo que me llevaron de urgencias al ISSSTE, donde me internaron, me realizaron estudios y me dijeron que mi embarazo era de alto riesgo ectópico. Me realizaron una operación de urgencias y perdí a mi bebé”.