Pandemia no frenó crecimiento de rentas vacacionales en Q. Roo
En 2021 y a pesar del COVID, el número de habitaciones en renta a través de aplicaciones llegó a 21 mil 490 en todo el estado.
En un solo año las rentas vacacionales crecieron 24% en Quintana Roo, alcanzando la cantidad de 21 mil 490 unidades en las plataformas digitales durante 2021, un crecimiento del doble que la media nacional, de apenas 12%.
Francisco Madrid Flores, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), mencionó en conferencia de prensa que basado en un estudio, Quintana Roo cuenta con 20% del total de unidades que existen a nivel nacional.
Además, aunque pareciera que habían perdido mercado a causa de la pandemia, esto no fue así. No solo se mantuvieron operando, sino que incrementaron el número de unidades.
“Para 2020 contabilizamos en Quintana Roo 17 mil 272 unidades en el caribe, con al menos 2.2 habitaciones por unidad, y que ya no se deben ver como alojamientos que son económicos, sino que incluso vemos que las tarifas alcanzan precios desde 135 dólares en Cozumel hasta 224 dólares en Riviera Maya”.
El incremento de las unidades por plataformas vacacionales en el Caribe Mexicano fue superior al comportamiento nacional, de apenas 12% con un total de 106 mil 715 unidades nuevas.
Sin embargo, dijo que estos alojamientos continúan siendo una competencia desleal, incluso, en la parte más complicada de la pandemia cuando estaban los hoteles en rojo y con límites en la ocupación de sus cuartos, este tipo de hospedaje no contó con ninguna restricción.
La falta de suficientes regulaciones en contraste con la hotelería tradicional, llevó a que estas unidades no solo tuvieran una expansión importante, sino también ocupaciones superiores a 50%.
“Lo que vemos es que el año pasado, estos alojamientos mantuvieron cifras positivas de ocupación. En el caso de Cancún estas alcanzaron un 58%, mientras que Cozumel 57.3% y Riviera Maya un 53%”.
El sector hotelero en Quintana Roo ha levantado la voz en repetidas ocasiones para pedir una regulación a estos sitios, que son una competencia desleal para los centros de hospedaje que hacen gasto no solo en impuestos, sino también en licencias, verificaciones y demás garantías para el turista.