Más de 13 escuelas de nivel básico del Centro de Cancún han perdido hasta el 40% de sus alumnos, consecuencia de la gentrificación que provocó Airbnb al aumentar la plusvalía de las viviendas y con ello el encarecimiento de las rentas.

Informes de las directivas de estos planteles entregados a la Secretaría de Educación de Quintana Roo revelan que en los últimos cinco años han perdido entre el 20% y el 40% de su matrícula escolar, lo que ha provocado el cierre de 49 salones.

Ejemplo es la primaria “Ciudades Hermanas Wichita”, que en el 2018 reportaba 341 alumnos. Para este ciclo escolar 2022-2023 sólo se matricularon 165.

Estos infantes no desaparecieron, sino que fueron movidos hacia los fraccionamientos de la periferia de la ciudad. La SEQ reporta un aumento de 45% en la matrícula escolar en las escuelas ubicadas en esas zonas, durante el mismo periodo de tiempo. También fueron transferidos 72 docentes que daban clase en el Centro para atender la demanda de esas regiones.

Los datos de la plataforma de alojamiento Airbnb revelan que desde el 2015 en el centro de la ciudad se adaptaron 14 mil 810 viviendas para brindar el servicio de anfitriones. Esto aumentó la plusvalía de la región, pasando la renta promedio de una casa de 12 mil 400 a casi 35 mil pesos mensuales, de acuerdo a informes de las agencias inmobiliarias.

“La mayoría de las personas que vivían en el primer cuadro de la ciudad eran trabajadores de clase media-alta que rentan vivienda, ya que los propietarios originales se fueron de Cancún hace mucho. Cuando vieron que Airbnb era más redituable, cambiaron a esa modalidad encareciendo toda la región. Es la llamada gentrificación”, declara el ingeniero y experto urbanista Joaquín Rodríguez Barrios.

Puntualiza que esto provocó un éxodo de miles de cancunenses hacia regiones más baratas, la mayoría ubicadas en la periferia de la ciudad, donde se han construido nuevos fraccionamientos. Esto también explica la movilización de los pequeños alumnos.

La maestra Sarah Villanueva Martínez confirma esto, explicando que en el 2020 la escuela donde trabajaba, en la zona D015, fueron cerrados cuatro salones por la pérdida de alumnos. En consecuencia ella también fue transferida a otro plantel en la Zona Continental en Isla Mujeres. En ese lugar se encontró con dos de sus ex alumnos.

“Sus papás me explicaron que tuvieron que moverse porque no podían pagar más la renta. Es algo triste, porque muchos niños tienen que adaptarse a vivir en lugares más inseguros. Es la consecuencia del desarrollo, como le dicen”, concluyó.