Prueba de fuego para la coalición PAN-PRD

La efectivísima coalición PAN-PRD trituró al PRI en la batalla de 2016 por la gubernatura.

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La efectivísima coalición PAN-PRD trituró al PRI en la batalla de 2016 por la gubernatura, arrebatándole alcaldías emblemáticas como Othón P. Blanco –donde reposa la capital– y Solidaridad, que contiene a Playa del Carmen. Imponente fue la candidatura estelar del ex priista Carlos Joaquín González, combinada con el tremendo rechazo al entonces gobernador priista Roberto Borge, tan despreciado en Chetumal.

Frente al inminente desafío de 2018, esta curiosa pareja partidista tendrá que sacar a flote otras virtudes competitivas para triunfar en la lucha por las cuatro diputaciones, las dos senadurías en fórmula y las 11 presidencias municipales.

Carlos Joaquín ya no será protagonista en esta batalla electoral y los candidatos de la alianza que lo postuló tendrán que disputar muy duro cada posición, sin que haya una sola que tengan en el bolsillo. Incluso, dependiendo del peso de los adversarios peligran en gran parte del tablero.

Juntos o separados, PAN y PRD no son fuerzas dominantes en Quintana Roo y su vigor competitivo depende de la incorporación de huracanes humanos, como en su momento Gastón Alegre López y el “Chacho” García Zalvidea. Y cuando tienen candidatos débiles son inofensivos.

La contienda de 2018 puede devolver a la realidad a estos partidos, a menos que envíen a la guerra candidatos potentes y no los invada el exceso de confianza que siguen manifestando a estas alturas, dando por hecho que ellos fueron tuvieron un peso determinante en la victoria de Carlos Joaquín.

Al PAN y al PRD los pueden beneficiar los malos movimientos de sus principales adversarios: Morena y PRI, pero si estos oponentes no cometen errores y seleccionan muy buenos candidatos serán amplios favoritos en varios frentes, comenzando por la capital del estado.

No debe sorprendernos un renacimiento del PRI y una abundante cosecha de posiciones en Morena, aunque el PAN y el PRD no serán reses condenadas al matadero, pero estarán muy lejos del triunfo aplastante de sur a norte.

En cuanto a los independientes, no hay retadores dignos de mención y serán las tres coaliciones las protagonistas del encontronazo de 2018, con la pelea por la Presidencia como platillo estelar.

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