Mario Villanueva afirma que la resistencia natural alimentada desde la niñez en su Chetumal le ha permitido soportar las condiciones más inhumanas a las que ha sido sometido, como en la durísima cárcel donde permanece el ex gobernador cozumeleño Roberto Borge,  quien según Villanueva carece de esa fortaleza anímica para soportar su estancia en el Centro Federal de Readaptación Psicosocial (Ceferepsi) número 16 del estado de Morelos.

Desde el pasado 11 de diciembre el ex gobernador chetumaleño fue trasladado del penal de Morelos al Reclusorio Norte en la Ciudad de México, donde ya había permanecido —procedente del penal de alta seguridad del Altiplano—, antes de su envío a Nueva York.

“Puedo estar en cama y no me quiebro”, asegura el hombre que desde la recta final de su sexenio fue sometido a una filosa ofensiva del gobierno federal, con Ernesto Zedillo en la Presidencia.

Mario Villanueva tiene una evaluación sin apasionamientos del proceso federal en marcha, y no descarta que el PRI —el partido que dirigió y lo hizo alcalde de Cancún, senador y gobernador—  pueda “quedar a la zaga” en Quintana Roo, donde serán disputadas 11 presidencias municipales, cuatro diputaciones federales y dos senadurías.

Pero aclara que todo juicio es prematuro mientras no sean seleccionados los candidatos y no se encarrilen las campañas, como ocurre en la batalla presidencial donde no detecta un claro favorito.

Ante la fase del litigio limítrofe con Campeche —ganado en apariencia por la entidad vecina—, recupera dos episodios con su homólogo campechano Jorge Salomón Azar García, ante dos Secretarios de Gobernación: Patrocinio González Garrido y Emilio Chuayffet Chemor.

El encuentro tenso con Salomón Azar ante Patrocinio ocurrió en la recta final del gobierno de Carlos Salinas –al inicio del mandato de Villanueva—, provocado por un acto invasor con maquinaria en suelo quintanarroense. “Lo que ocurre es que Salomón es buen campechano”.

Salomón se infló de satisfacción y preguntó para salir de dudas: por qué lo dices?

“Porque como buen campechano quiere gobernar en estado ajeno”.