La indigestión de Romalda

Agruras políticas le están provocando a la alcaldesa priista los taquitos de “muerte lenta”.

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Agruras políticas le están provocando a la alcaldesa priista de Tulum, Romalda Dzul Caamal, los taquitos de “muerte lenta” que repartió en los pasados festejos de la independencia en su municipio para agasajar a los asistentes a la fiesta popular del “Grito”. 

En una acción por demás sospechosa, la alcaldesa -hermana del cacique de Tulum, Marciano Dzul Caamal- contrató por medio de una licitación a una empresa yucateca de dudosa existencia para proveer 10 mil paquetes de tacos a un costo de 1 millón 392 mil pesos, es decir, a 139 pesos la orden de cinco taquitos, aunque el costo se multiplicó porque al evento asistieron cuando mucho dos mil personas. 

La millonaria licitación entregada con moño para regalo a la “empresaria” Rosa Yasmín Perera Aguilar, cuyo domicilio fiscal resultó ser una casa en obra negra y en total abandono, salió a la luz pública vía transparencia y se ha convertido en una bola de nieve mediática que ha impactado con dureza en la imagen de la alcaldesa, quien prefirió beneficiar a una empresa foránea en lugar de favorecer a los comerciantes locales a pesar de que estos ofrecieron un precio mucho menor por el mismo servicio. 

En voz baja, empresarios del Tulum se quejaron de que son exprimidos por el Ayuntamiento con cobro de licencias, inspecciones y cuanta cosa se les ocurra, pero nunca son considerados para ningún tipo de licitación o compra por parte del municipio. 

El olor a corrupción de esta turbia taquiza ya llegó hasta el Congreso local y a la Secretaría de la Contraloría, provocando tremenda indigestión a Romalda que nunca esperó que su acto populista le podría traer severas consecuencias. 

Porque lo que menos le conviene a la alcaldesa de Tulum es que la lupa se enfoque sobre sus cuentas públicas, ya que hay muchas denuncias de ciudadanos y empresarios tulumenses sobre el mal manejo de las finanzas en el municipio, sobre todo en la contratación de obras y servicios con empresas “fantasma”, como puede ser el caso. 

La situación es crítica por la coyuntura electoral, pues si bien Romalda Dzul no buscará la reelección, pretende devolver la presidencia municipal a su hermano, Marciano Dzul Caamal, quien podría resultar perjudicado en sus aspiraciones de retornar a la silla presidencial por la congestión gastronómica de su protegida.

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