Exceso de gasolineras en Chetumal

Ya cuenta con un incontrolable número de gasolineras que cobran según su antojo.

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Chetumal ya cuenta con un incontrolable número de gasolineras que cobran según su antojo, y cada día nos sorprendemos con la noticia de que se están abriendo más de estas estaciones de servicio. El beneficio es sólo para los concesionarios que se aprovechan de la liberación del precio de los combustibles, pero no de los clientes que son usuarios cautivos de empresas cuya única motivación es el lucro y la ganancia segura.

Desde los tiempos recientes de Andrés Ruiz Morcillo –decidido a ser candidato independiente a la alcaldía capitalina– nuestra capital fue saturada con gasolineras, muchas de ellas demasiado cercanas entre sí, pisoteando la normatividad que es adorno para el Ayuntamiento Capitalino que inundó con gasolineras el centro de Chetumal, despreciando los reclamos de familias.

Hace unos días, vecinos de la colonia Vicente Guerrero hicieron públicos sus reclamos porque unos cuantos metros de las instalaciones de la Secretaría de Educación de Quintana Roo –cerca de Plaza de las Américas– se está construyendo una nueva gasolinera, argumentando que se ubicará en una zona muy poblada y con oficinas de gobierno y empresas donde trabajan decenas de personas.

El peligro no es que pudiera suscitarse alguna explosión en la gasolinera, sino porque es muy claro que en este asunto lo único que importa es la ganancia de los concesionarios que ofrecen un servicio necesario, pero la crítica se concentra en  los mínimos parámetros de seguridad y el bolsillo de los automovilistas.

Cerca de la gasolinera que se construye por la SEQ se ubican dos más: una en la plaza comercial y otra más a escasos 400 metros, ambas sobre la Avenida Insurgentes donde se abastecen cientos.

Abrir nuevas estaciones de servicio en Chetumal se está convirtiendo casi en deporte, pero es urgente que antes de autorizarse una más, se haga un estudio de factibilidad y no que comiencen a pulular por todos lados sin mayores controles, sin privilegiar la seguridad de las miles de familias que viven cerca de ellas.

Las gasolineras siempre han sido un lucrativo negocio de unos cuantos pudientes y que ha enriquecido a funcionarios de gobierno de manera impune, aquí lo que menos importa es lo que pueda ocurrir a las familias que habitan cerca de alguna gasolinera

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