Félix y Hendricks, solitarios en el tablero

Priistas y ex priistas ‘del gobierno del cambio’ les temen a estas dos figuras.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En el tablero de ex gobernadores del PRI quedan dos gladiadores muy activos en el patio: Félix González Canto (Cozumel) y Joaquín Hendricks Díaz (Chetumal). Pedro Joaquín Coldwell –hermano del gobernador Carlos Joaquín González– habita en el Olimpo, como Secretario de Energía en el equipo del presidente Enrique Peña Nieto.

Mario Villanueva Madrid y Roberto Borge Angulo están en prisión, el primero cosechando cascadas de solidaridad y el segundo despreciado a mares; en otra zona del tablero, Jesús Martínez Ross y Miguel Borge Martín –tío de Roberto– no tienen aspiraciones electorales y son muy bien recibidos y hasta aclamados en cualquier escenario.

Félix saltó de la gubernatura al Senado, impulsando al ocioso “Niño Verde” Jorge Emilio González Martínez; inclinarse por Roberto Borge fue su mayor error estratégico, ya que l muchacho enloqueció en la silla embrujada. Pero González Canto es el único ex con cargo político de altura y con grupo político a prueba de espantos.

Como candidato permanece invicto desde que fue gallo para la alcaldía de Cozumel en 1999, aunque la derrota de Mauricio Góngora Escalante como candidato a la gubernatura –postulado por PRI, Verde y Panal– es su primer tropiezo, y muy doloroso.

Félix va por la revancha en 2018 y sabe jugar con maestría y perversidad; por algo le temen, sobre todo priistas y ex priistas “del gobierno del cambio”.

Joaquín Hendricks Díaz (1999-2005) fue depositado por Mario Villanueva en Palacio de Gobierno y negó la candidatura estelar a un chetumaleño: su compadre Eduardo Ovando Martínez; su favorito era el ingeniero Víctor Alcérreca Sánchez, pero ante el huracán “Chacho” tuvo que inclinarse por Félix González Canto.

La Megaescultura chetumaleña del nunca inaugurar –prometen que en el 2050 lo será, aunque tengo mis dudas– es el símbolo incómodo de su sexenio, aunque Hendricks ya no es rechazado como en sus primeros años como ex. Le ayuda el villano presidiario Beto Borge, quien capta gran parte de las descargas de odio y furia.

¿Estará dispuesto Quintana Roo a aceptar a Hendricks como candidato del PRI al Senado? Quizá su plan consista en abrirle camino a su hija Leslie Hendricks Rubio para que sea candidata a la alcaldía de Cancún, posición que el Verde Ecologista no está dispuesto a soltar. Pero Hendricks anda en la grilla.

Lo más leído

skeleton





skeleton