El Peje y Beto Borge en la guerra electoral

El huracán Peje azotará cuando los quintanarroenses acudan a las urnas.

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No pocos candidatos –y las dirigencias de los partidos que los postulan en coalición– dejan de advertir el ingrediente de los personajes y malosos que afectarán la doble elección federal y local, lanzadas a una canasta como nuevo experimento con serpientes.

El candidato presidencial moreno Andrés Manuel López Obrador soporta el peso de la elección, a tal grado que todos los candidatos –a diputaciones federales, senadurías y alcaldías– se refugiarán en su manto para succionar ese poderío electoral que se ha impuesto aquí en dos grandes batallas por la presidencia, en 2006 y en 2012.

El huracán Peje azotará cuando los quintanarroenses acudan a las urnas para elegir a sus 11 presidentes municipales, fenómeno que no se había probado porque los procesos federales tenían fecha propia. Ahora López Obrador será el rival a vencer por todos los candidatos que compitan contra la coalición encabezada por Morena y flanqueada como cobriza Blancanieves por los enanitos PT y Encuentro Social.

Los candidatos morenos no han colgado la hamaca porque fueron seleccionados por su musculatura electoral, pero esta aportación es pequeña –no despreciable– comparada con el vigor colosal de su candidato presidencial. La mayor aportación la hace la multi partidos cancunense Marybel Villegas Canché, quien ha superado cómodamente a la panista chetumaleña Mayuli Martínez Simón.

En el establo del PRI no deja de incomodar el factor pestilente de su ex gobernador prisionero Roberto Borge Angulo, cuyos actos malvados –y los que se sigan acumulando en las próximas lunas– son refrescados en una capital del estado con potente memoria.

El defecto Beto pega más en Chetumal –capital del estado–, cuya población decidió la elección de 2016 abrazando la candidatura retadora del ex priista Carlos Joaquín González, entregando de paso las llaves del reino capitalino a otro ex priista: Luis Torres Llanes.

La candidata priista chetumaleña María Hadad Castillo tendrá que desactivar las bombas del borgismo para entrar en zona de competencia e inquietar a los dos favoritos: Fernando Zelaya Espinoza (PAN) y el moreno Hernán Pastrana Pastrana, alcalde del PRI cuando el municipio no había sido atropellado y maltratado en hospitales del crimen.

 

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