Pese haber prometido austeridad republicana en el gasto, el poder ejecutivo de Quintana Roo planea ejercer para el próximo año 2023, un presupuesto mayor que el ejercido en este 2022, con un aumento superior al 17%. 

En el 2022, la entidad federativa del sureste mexicano tuvo un recurso por 34 mil 611 millones 211 mil 821 pesos, el cual fue aprobado tal cual lo presentó el entonces gobernador Carlos Joaquín, así, ni un centavo más ni un centavo menos, por la XVI Legislatura.

El actual proyecto de Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Cuarta Transformación fue presentado por el titular de la Sefiplan al presidente de la Jugocopo, de la actual XVII Legislatura, después de las 16:30 de ayer domingo.

Lo que los periodistas que cubrían la tan ansiada nota del día no se esperaban, era que el funcionario Eugenio Segura Vázquez se escabullera por la parte trasera del Congreso del Estado para hacer entrega del paquete fiscal enviado por la gobernadora Mara Lezama, quien había prometido total apertura, cercanía y transparencia con la sociedad quintanarroense y con los medios de comunicación.

¿Qué tratan de esconder? Quizá tuvo miedo de que le preguntaran de dónde pretendían ejercer un monto de 41 mil 840 millones de pesos, cuando el Gobierno Federal no ha mostrado ser tan generoso en cuanto a las participaciones para Quintana Roo.

Máxime, cuando el paquete fiscal quintanarroense planea que de esos 41 mil 840 millones de pesos, 32 mil 592 millones de pesos aproximadamente sean participaciones y aportaciones federales, mientras que el restante 9 mil 248 millones de pesos aproximados, corresponderían a ingresos de captación local.

El discurso encuadra en el mismo “machote” que refieren los gobiernos morenistas, “en este presupuesto se prioriza la atención a los grupos más desprotegidos en los distintos sectores de Quintana Roo”, pero no detalla en qué se gastará y es allí donde salta la sospecha.

“El Presupuesto de Egresos está enfocado al bienestar social, privilegiando el desarrollo social, atención prioritaria a la población vulnerable, al fortalecimiento de la seguridad pública y reforzamiento de la educación de los niños y jóvenes”, pero ¿Cómo se distribuye? ¿Cuánto a cada cual?

En el paquete fiscal 2022, la XVI Legislatura fue clara y tajante al aplicar un recorte al Instituto Electoral de Quintana Roo por 50 millones de pesos, y un monto de 1 millón 400 mil pesos de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo.

También se quedó en claro que ese dinero se redireccionó, entre otras prioridades, con 13 millones de pesos al Poder Judicial, 15 millones de pesos extras a los Servicios Estatales de Salud para el cáncer, y 3.7 millones de pesos a la SESA para la implementación del programa denominado “Becas por la Vida”.

Hasta este momento, no se ve en la orientación del gasto morenista a las promesas de campaña, como lo fue a la reducción de los sueldos de altos funcionarios, acabar con gastos superfluos de la administración e iniciar otra reingeniería administrativa con fusiones de secretarías para evitar duplicidad de funciones y racionalizar gasto y las tareas.

Tampoco se sabe si se buscará el establecimiento de un Programa de Alimentación, otro de acceso a medicinas y medidas concretas para el empoderamiento de la mujer que fueron prometidos. 

Toca el turno a los diputados locales de la 4T corregir la plana al proyecto del presupuesto estatal para hacer realidad los principios del partido guinda en Quintana Roo, donde la ciudadanía lo espera con muchas ansias.

¿Será Quintana Roo un reflejo del gobierno federal, en cuanto a su presupuesto?