Activistas indígenas y ambientales acusaron que la devastación que hizo el Ejército en Chichén Viejo, en Yucatán, una zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, para abrirle paso al presidente López Obrador es una muestra de la prepotencia y las prisas con que se construye el Tren Maya.

"Este Gobierno no está respetando a nadie más que los caprichos que tiene sobre este mega proyecto. El uso de la fuerza del Ejército es preocupante, pero ya lo sabíamos porque todos los privilegios y todo el dinero, todo el poder y todas las prerrogativas de este Gobierno han sido canalizados al Ejército", aseguró el escritor y activista maya, Pedro Uc Be, integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch' Xíinbal.

Pedro Uc reaccionó así a la destrucción con máquinas militares de 1.2 kilómetros, sin protocolo de salvamento arqueológico ni estudios de impacto ambiental, para hacer un acceso a la zona arqueológica de Chichén Viejo, una obra complementaria del Tren Maya.

"La entrada del Ejército a Chichén Viejo nos parece un riesgo verdadero, un error. Es un mensaje que el Gobierno está dando quienes nos oponemos a su forma de hacer las cosas, a quienes somos críticos de su Gobierno y pensamos que es peligroso para nuestro País porque no hay estudios de impacto ambiental, no hay toda la consideración científica que se necesita para que esta obra sea justificable, sin embargo, aquí lo que determina la verdad de este gobierno es la fuerza militar y esto es realmente preocupante", añadió.

De acuerdo con la información del medio de noticias Reforma, el ingreso de la maquinaria se ordenó luego de que el Gobierno mexicano no obtuvo permisos para entrar por un terreno privado y ante la urgencia de la inauguración de Chichén Viejo, junto a Chichén Itzá, cerca de la visita que hará López Obrador el próximo 2 de septiembre.

"Le urge 'inaugurar' parches a falta de resultados", dijo ingeniero industrial mexicano, espeleólogo y consultor de calidad del agua, Guillermo D. Christy, integrante del Movimiento Sélvame Del Tren

El presidente mexicano espera inaugurar la zona arqueológica el sábado, un día después de que se suba por primera vez al Tren Maya, de mil 554 kilómetros, en un recorrido de Campeche a Mérida, tras el discurso del Quinto Informe de Gobierno.

López Obrador ha dicho que "llueva, truene o relampaguee" inaugura la mega obra cotizada originalmente en 140 mil millones de pesos, aunque él mismo ha reconocido que pudo a ver subido ya a los 300 mil millones, en diciembre.

Los activistas que han denunciado la destrucción del medio ambiente y el patrimonio arqueológico consideraron que a pesar de la imposición, será imposible que esté listo en esa fecha.

"Las obras que están realizando al vapor y con prisa, sin los permisos ambientales. Están apurados para inaugurar el tren en diciembre y demostrar que se pudo hacer", dijo el profesor Russell Peba Ocampo, integrante de la Asamblea Maya.

"Las obras del Tren mal llamado Maya están atrasadas, sobre todo en el tramo 5, 6 y 7 que corresponde de Cancún, Quintana Roo, a Escárcega, Campeche. A mediados de agosto, realizamos un sobre vuelo en todo el tramo 5 (de Cancún a Tulum), plagado de cenotes y cavernas y constatamos que el avance sólo ha sido en la destrucción y deforestación”.

“Apenas están realizando estudios de mecánica de suelos para tratar de justificar la construcción de las vías y perforar para hacer pilotes en un suelo frágil lleno de cenotes y cavernas, calculamos que el avance ahí es apenas del 20 por ciento", dijo Russell Peba.

"Es un estreno como el de todas las obras de este gobierno. Sólo para la fotografía. Ninguna está terminada u operando al 100. Lo que menos importa es la funcionalidad, lo importante es el mensaje político. Son inauguraciones para conseguir votos", añadió D. Christy.

Con información de Reforma.