Vendedores ambulantes que trabajan en la comunidad de Javier Rojo Gómez denunciaron el aumento de casi 50% por parte del alcalde Manuel Artemio Gómez, quien pasó de cobrarles 200 pesos mensuales a 300, por permitirles realizar esta actividad en el parque.

María Lorena Vázquez, vendedora de ropa de bazar, reclamó que el alcalde les haya aumentado de manera inesperada el cobro por ocupar el sitio donde expenden sus productos, a razón de un incremento de cerca de 50%.

Detallaron que, anteriormente, se les cobraba 50 pesos semanales, sin embargo, ahora de la noche a la mañana lo subieron a 75 pesos, además sin la emisión de recibos, lo que a la quincena suman 150 pesos y 300 al mes, dinero que a veces no tienen, ya que las ventas han bajado.

“Todo por su ambición”, ambulantes denuncian cobro excesivo de cuotas [Foto: Archivo Sipse]

“Hay quienes venimos una vez a la semana y vendemos apenas 100 o 150 pesos, 50 que nos cobran, más el gasto del desayuno y almuerzo que gastamos al estar todo el día aquí, ya no nos queda nada para el resto de la semana y no recibimos recibo alguno por el pago”, refirió.

Ambulantes denuncias amenazas de desalojo

Dijo que amenazan que al que no pague lo retirarán del parque con la fuerza pública, donde llevan 10 años vendiendo aquí, y todos los clientes saben que están, “lo que considero es injusto que de la noche a la mañana el venga y amenace con quitarlos, todo por su ambición”, expresó.

Además, junto con los cerca de 20 comerciantes pidieron la intervención de la dirección de Fiscalización para que cualquiera que sean las indicaciones se hagan de acuerdo al reglamento y no a los intereses del “profe”, como conocen al alcalde en la zona.

Los vendedores establecidos en el parque de la comunidad alegaron que es injusto que se cobre una cuota pareja porque hay quienes venden productos que cultivan en sus patios, como naranjas, cilantro y algunas verduras.

También hay vendedores que ofertan ropa de bazar, productos de belleza, zapatos, aparatos para el hogar y algunos que se dedican a la venta de comida como empanadas, salbutes y tamales.

Se buscó al alcalde para que emita su versión sobre la acusación, sin embargo no se encontró en sus oficinas, y según algunos presentes, la ha mantenido abandonada desde diciembre del año pasado, cuando tomó protesta.