De muy cerca ninguno es normal: Amy the Alien (Video)

La tatuadora italiana, radicada en Cancún, persigue el récord Guiness como la mujer con más tatuajes.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

 

Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Francesca Baggio, mejor conocida como “Amy the Alien Warrior Kitty”, ha utilizado su cuerpo para expresar su arte desde que tenía 20 años.

A sus 39 años forma parte de un grupo clasificado de modelos poco convencionales reconocidas a nivel internacional y en este año buscará el record Guinness como la mujer con más tatuajes y modificaciones corporales en el mundo.

Lleva seis meses en Cancún, y la decisión para residir en esta ciudad fue el mar y la gente que la ha recibido muy bien. 

También te puede interesar: Policía Federal ya no discrimina los tatuajes

Comentó que hace dos años llegó a México con la intención de reinventarse, de dejar atrás sus orígenes: Italia, su casa, familia, automóvil, empresa, amigos, pues quería conquistar nuevos horizontes. 

“Llegué a este país con la intención de modificarme el cuerpo, tatuarme los ojos, quería ver el negro dentro de ellos"

“Llegué a este país con la intención de modificarme el cuerpo, tatuarme los ojos, quería ver el negro dentro de ellos, quería el contraste del color miel de mis pupilas, que mi mirada fuera la de un felino”. 

Con una sonrisa recordó el primer día que pisó tierra mexicana, lo hizo en Cancún, por equivocación, pues su vuelo era hacia Guadalajara, por error no le hicieron la conexión, entonces, la aerolínea costeo todos sus gastos, fijo sus ojos en esta ciudad con el mar azul turquesa y antes de partir, se prometió regresar.

Dos años después ha regresado con el pie derecho, le han dado su licencia de trabajo y esto lo agradece a Marco y Mariana, dueños de “Tattoo Shop Company”, ubicado en la Av. Bonampak, quienes le han recibido como si fuera su familia.

A la plática le vino a la mente aquel día en que tuvo que tomar la decisión de agarrar sus maletas y darle vuelta a la hoja de su historia. 

Comentó que antes de su partida acudió a un templo budista que estaba cerca de su casa,  después de una larga charla le pidieron que dejara su sentimiento de culpa para liberarse. 

¿Hay temor a algo?

“A la muerte de otros. Creo que nunca estaré preparada para la muerte de alguien que quiero”, dijo. 

Mi abuela fue la persona que más he querido mucho en la vida, hace 10 años, cayó de golpe, pasó un mes en cama, inconsciente, con infecciones muy fuertes. Los médicos decían que estaba estable, pero había cambiado de color, su olor anunciaba su muerte. Los últimos días estuve con ella, y entonces al verla así le pedí que se fuera, que descansara, después le pedí perdón…suspiró y se marchó…”, relató con una voz quebrantada, al punto del llanto por aquel recuerdo, Amy había mostrado su corazón, el amor por su familia.

Sus ojos tintados de negro brillaban por las lágrimas acumuladas, el color entonces era más intenso, sus pupilas se habían dilatado tanto que habían mostrado el dolor por los suyos, entonces secó las lágrimas y continúo la charla dibujando una sonrisa en su rostro.

“A Rina la llevo aquí” y mostró su pecho en el que salía un tatuaje de un corazón que a su nombre pensaba modificarlo para resaltar su amor. 

“Ella fue la que más me aceptó y la que me respetó por los cambios que estaba haciendo en mí, decía ‘no me gusta pero te respeto’ y sus palabras me llenaban de confianza”.

La familia es lo que más quiero, amo a mi madre y a mi padre ellos pese a todo me apoyan y ahora me han aceptado como soy.

Te rechazan por lo que ven no por lo que es tu esencia

Amy recordó el primer rechazo social que tuvo por sus tatuajes, que provocó que un adulto mayor llegara a la exasperación y al insulto. 

“Esa ocasión, estaba en una tienda, el señor comenzó a insultarme, me reclamaba el porqué me había lastimado el cuerpo"

“Esa ocasión, estaba en una tienda, el señor comenzó a insultarme, me reclamaba el porqué me había lastimado el cuerpo, ‘no te quieres no tienes respeto a tus padres’, momentos después, comenzó a golpearme… su enojo me paralizó, tomé el bastón que utilizaba para golpearme la pierna y le dije: te respeto por la edad, porque mis padres así me educaron, lo que no respeto es tu actitud y la falta de respeto hacia mi persona…, y entonces me di la vuelta y seguí mi camino, ese día me sentí enojada y triste porque mis tatuajes eran mi manera de expresarme”.

Para ella estos episodios han sido constantes, no sólo en persona sino a través de las redes. “Eres anormal, te ves terrible, qué fea estás” son algunas frases que en su muro recibe por cómo se ve y reconoce que el hecho de ser mujer y expresarse con su cuerpo como lo ha hecho ha sido tema de rechazo.

“Cuando inicié con mis tatuajes entendí que no serían una máscara ni una armadura, era más allá de mi lucha existencial y cuando lo hice me sentí por fin en libertad”.

Para ella el camino no ha pintado fácil, la gente siempre vive de prejuicios por cómo se ve, aún sin conocerla y la mayoría la rechaza.

“Es más impactante una mujer tatuada y con las modificaciones que tengo, que un hombre, porque socialmente la gente te rechaza, no lo acepta y no es fácil, he trabajado en mis inseguridades y falta de autoestima y tampoco me importa ser superior a los demás, sólo quiero ser yo”, expresó.

¿Te importa que te reconozcan por lo que has creado de ti?

“Seguramente tengo el ego muy grande, porque sin pedirlo me gusta que no me olviden”, reconoció, sin embargo,  entre toda esa vanidad de hacerse presente, Amy, es muy asidua de apartarse de las multitudes, de refugiarse en los lugares favoritos, de estar con sus gatos, de leer un libro y disfrutar del silencio. 

Del baúl de sus recuerdos llegó una escena a su mente la que marcó fuertemente su vida.

“Mi madre era asistente social, cuidaba a personas con enfermedades mentales, unos de sus pacientes portaban una playera en donde tenían dibujada a un ave con cuatro piernas y decía: De muy cerca ninguno es normal…, esta frase marcó mi vida”. 

¿Te consideras bella?

Amy considera que la belleza va más allá de lo físico, lo que importa es tu esencia como persona. 

“En mi vida he tenido mucha lucha conmigo misma por la percepción de mi imagen, porque llegar al nivel que he llegado, de modificar mi cuerpo no ha sido nada fácil.  Soy una persona solitaria, el poco tiempo libre que tengo prefiero dedicarlo al silencio, a mis libros, a mi arte, es un contraste muy fuerte por un lado necesito que me guarden en su memoria pero me gusta sentirme libre, tal y como un gato”.

 Voy en busca de la uniformidad y de la creatividad

Cuando miro mis tatuajes son una mezcla de colores. Por ejemplo, una espalda es un gran lienzo y el sueño de todos los tatuadores y quiero que sea una obra de arte. 

El negro me atrae por la uniformidad y en mi espalda tengo muchos pedacitos de mi vida, el siguiente paso es pintarla de negro, al paso de los años sé quién soy y a dónde voy y pintarla de negro será ir más allá.

Ella ha dejado de contar los tatuajes en su piel, tiene 80% de su cuerpo tatuado, la mayoría hechos por ella misma, “cada tatuaje me recuerda algún episodio de mi vida, no recuerdo el año que me lo hice, solo la experiencia vivida”. 

El espacio del alma

La estrella de cinco puntas o pentáculo que tiene en su frente como modificación corporal es un símbolo de culto pagano y representa los cuatro elementos: aire, fuego, tierra, agua y la punta superior representa el espíritu.

Para ella este símbolo significa amor espiritual, experiencia humana, ser humano y el cuerpo entero.

Las modificaciones en sus pómulos fueron para hacer más triángulo su rostro como la de un gato, las rayas en su rostro representan en sí la forma de un gato, al igual que sus ojos.

“Las modificaciones van más allá, es una conexión con tu cuerpo, el cómo te sientes y te ves ante el mundo”. 

Me siento gato hasta el último pelo que tengo en la cabeza

Amy Alien es fiel amante de los felinos, desde su primera modificación, hace dos años, supo que sería uno de ellos. 

“El gato te mira siempre a los ojos y a tu nivel, es libre, se va y regresa cuando quiere, es un animal que ha buscado su equilibrio, siempre poniéndose primero él ante todo”. 

Para ella el gato viene más allá de lo terrestre, es espiritual, es energía, es libertad, además seduce y es sensible a energías buenas y malas. “Me siento protegida por mis gatos, sé que nada me pasará”.

Tatuarte por moda es un error

Tatuarse por moda o porque lo vi en las redes sociales es un error, sobre todo en jóvenes menores a 20 años, “como tatuadora profesional mi ética me dice que debo hablarles claro, hay quienes llegan queriendo un tatuaje en el rostro porque me vieron o checaron las redes sociales y entonces les digo que deben pensar en su futuro, porque el hacerlo los limitará en la vida a encontrar un trabajo y entonces no lo hago, porque mi ética me dice que no es lo correcto”.

¿Si les pudieras hacer un tatuaje a estos personajes qué les harías?
  • Al Papa le tatuaría un corazón.
  • A Hitler le tatuaría una mierda.
  • A Dalai Lama le tatuaría una suástica.
  • Iggy Pop una iguana.
  • A Marlyn Manson le tatuaría mi cara, así tendría la seguridad que se acordaría por siempre.

 (Imágenes de Luis Soto/SIPSE)

Lo más leído

skeleton





skeleton