Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Un portón de madera guía hacia el santuario “Tierra de animales” y por el camino se sienten los ladridos de algunos de los 240 perros que ahí viven rescatados por amor a los animales. Esta Asociación Civil se encuentra ubicada en la carretera Cancún-Mérida a la altura del kilómetro 282. Ricardo Pimentel Cordero, el dueño de este lugar, da el recibimiento con uno de sus perros, el terreno destinado al amigo fiel del hombre se mantiene por gente que adora a los animales y hace donaciones, ya sea en comida o dinero.

Llegó del Distrito Federal a vivir en la colonia Alfredo Vladimir Bonfil en 2003, se dedicaba a arreglar motos pero su pasión por los animales era inevitable y en el 2011 se compra ese terreno. 

Arribó con un tráiler para vivir en medio de la selva con los animales que tenía y comienza a planificar los caminos y construir áreas. 

En la actualidad ya tiene trazada la idea, el área de cuarentena es la primera a donde van los perros que llegan muy mal, golpeados o con alguna enfermedad y son abandonados por sus dueños.

Le sigue el lugar para perros de energía baja, después los de energía alta con canes de mayor estatura, la de agresivos con las personas donde se ven los únicos que se encuentran enjaulados para la rehabilitación, por lo que se entrenan para incorporarlos con los demás. Ahora se encuentra en fase la construcción de la zona para los perros viejos.

El santuario cuenta con un local para refugiar a los animales en tiempo de huracanes, también hay una pequeña clínica para operar y esterilizar, cuyos veterinarios vienen de Playa del Carmen y de Cancún, aunque hay una veterinaria fija que va una vez a la semana. Todo está pensado para que el lugar dure para siempre para el apoyo de los perros.

“Necesitamos más personal para atender a todos los perros, en la actualidad somos cuatro, por lo que los sábados van los voluntarios y ayudan a bañar a los perros, limpiar los locales y distribuir los 125 kilos diarios que dan de comida”, expresó.

Al entrar en cada una de las áreas donde están los animales, todos caen encima de las personas que entran, pero gracias a la rehabilitación que tienen, ninguno agrede.

El proceso para la adopción tiene ciertos requisitos, entrevistan a las personas, si tuvieron perros antes y referencias de veterinarios para estar seguro que se van a comprometer.