Miguel Maldonado/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Con un duelo amistoso entre jugadores de la época dorada del fútbol de Chetumal, se celebró el 41 aniversario de la inauguración del estadio 10 de Abril.

El pasado viernes 5 de abril se cumplieron 41 años de la inauguración oficial del estadio ubicado en los cruzamientos de la avenida Bugambilias y la calle José María Morelos, en la capital del estado, y para celebrar esta fecha se reunieron algunos de los jugadores que escribieron la historia de este deporte en la capital.

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Nombres como Erick Ariel Heredia, Adán Alpuche, Luis Yeladaqui, Don José Riveroll Jiménez, Ariel Cruz carrillo, Rafael Montalvo, Marcos Chan Beltrán, Rafael Alamilla, Jaime Blanco, Raúl Ortega, Joaquín Gutiérrez, Antonio Marzuca Ferreyro, José Aguayo, Manuel Ramírez, Alfredo Guerra, Carlos García, Jesús Martínez, Roger Villanueva, Jorge Irigoyen, Juan Martínez, Rodrigo García, por mencionar algunos, se reunieron para celebrar esta fecha tan importante en el balompié chetumaleño.

Todos ellos protagonistas de grandes batallas que tuvieron como escenario en el legendario Estadio de las Grandes Emociones, el 10 de Abril, vistiendo y defendiendo los colores de equipos como el Estado 30, el Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH), Talleres Barrera, Boca Júniors, Barrio Bravo, que según comentan, eran unas verdaderas batallas sin cuartel.

En el andar de las acciones, el partido no fue tan amistoso como se había anticipado, pues los 22 veteranos sobre el terreno de juego se brindaron como si se tratara uno de aquellos encuentros de la extinta Primera Fuerza de Fútbol, peleando la pelota con fuerza y echando mano de todos sus conocimientos para llevarse el resultado.

Luis Yeladaqui, como en sus mejores tiempos, desbordando a toda velocidad por el sector izquierdo, Juan Martínez con sus barridas fuertes, pero a la pelota, Marcos “Manchas” Chan, dando los gritos y acomodando a sus compañeros, fueron algunas de las escenas que se volvieron a contemplar en este impecable empastado de la capital.

El resultado al final de este encuentro, un empate a tres goles que a nadie le importó, pues todos en el lugar señalaron que lo verdaderamente importante fue volver a reunirse y celebrar a un estadio que vio nacer a grandes jugadores y que fue testigo de espectaculares encuentros de fútbol.