Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La empresa Dianco instalará en Benito Juárez una planta para fabricar celulosa, fertilizante orgánico a base de sargazo, con capacidad de procesar toda la macroalga que llega a las costas del Caribe Mexicano.

Héctor Romero, director comercial de la firma, dijo que en los próximos tres meses se instalará una planta piloto y antes de que concluya el año esperan tener la planta procesadora final, capaz de procesar 600 toneladas diarias de sargazo, con una inversión aproximada de 1.5 millones de dólares.

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La empresa ya cuenta con la patente y muestras certificadas, así como la maquinaria y línea de producción, pero aún está en negociaciones con otros posibles inversionistas. Incluso, buscan que el Ayuntamiento de Benito Juárez pueda donar el terreno donde se instalaría dicha fábrica, aunque sostuvo que no dependerán de ello.

“Estamos buscando el respaldo del gobierno, porque nos conviene a todas las partes, o en su defecto, solo que no obstaculice”, dijo Romero.    

(Karim Moisés/SIPSE)

El empresario dijo que ellos no se encargarán de recolectar el sargazo ni del traslado, pues argumentó que las autoridades o los hoteleros ya hacen un “gasto” en ese traslado y la empresa “estaría ayudando” a que no se vierta en un relleno sanitario y sea un contaminante.

El procesamiento, explicó, tarda aproximadamente 35 minutos, desde que el sargazo se descarga del camión hasta que la celulosa entra en su empaque final, en diferentes presentaciones, según lo soliciten los clientes (para hacer papel o para construcción).

En el proceso para obtener celulosa a base de sargazo, se extrae, produce y envasa el fertilizante orgánico.

Ambos productos, aseguran, tendrán un costo inferior a los del mercado, pues con sargazo es más barato producirlos.

A largo plazo, la compañía proyecta abrir cuando menos tres plantas procesadoras en la entidad y, de acuerdo con lo expuesto, planean expandir el modelo a los países del Caribe que tienen la misma problemática del sargazo.

Héctor Romero aseveró que las soluciones que se han planteado hasta el momento, de fabricar tabiques, galletas, maquillaje, o el uso de biodigestores, no solucionan el problema del arribo masivo, pues alegó que no tienen la capacidad para procesar todo el que llega a las playas.