Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- ¡No, Don Juan! Gritó doña Lety, algunos de los vecinos de la Región 523 la escucharon, pensaron que era un asalto, a los pocos minutos vieron una ambulancia de la Cruz Roja, los paramédicos la subieron y se la llevaron, tenía el rostro bañado en sangre. Don Juan la había apuñalado en varias partes del cuerpo y después se suicidó en un hamaquero.

La Fiscalía Especializada en Atención a las Mujeres, que depende de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), recibe en promedio un total de 60 denuncias por violencia contra la mujer al mes. De enero a mayo inició 300 averiguaciones previas por este delito, la mayoría de ellas fueron mujeres las víctimas.

“Desde mi casa escuché el grito de ella, de angustia”, dijo una vecina que todos los días iba a desayunar a la fonda de Doña Lety, la cual se ubica sobre la avenida Cancún, manzana uno, del fraccionamiento Quetzales.

También te puede interesar: Q. Roo, segundo estado con mayor número de suicidios

Otro vecino dijo que todas las mañanas saca a su perro a caminar y veía a la señora en su local, acomodando las mesas, “no se metía con nadie”, señaló.

La señora, de aproximadamente 50 años, recibió varias puñaladas en el rostro y en otras parte del cuerpo, pero la más grave fue una que le afectó el riñón, fue penetrante, la trasladaron al Hospital General, donde se reportó su estado de salud como delicado, según el primer reporte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

La agresión inició en el área de cocina del local, ahí fue donde se encontró un cuchillo de aproximadamente 20 centímetros con manchas de sangre.

La pareja siguió forcejeando, ingresaron a la sala del inmueble, en ese lugar y en la puerta principal, fueron los sitios donde más machas de sangra había, después la mujer logró caminar descalza y salir a la calle, por las huellas de sangre que dejo en el piso, y logró pedir ayuda, según la mecánica preliminar de hechos que hicieron los peritos en criminalística.

El agresor se quedó en el domicilio, tomó una cuerda y se colgó de uno de los hamaqueros, su cuerpo fue trasladado al Semefo para los trámites correspondientes.

Don Juan, era dueño de un local de mensajería, que estaba a unas cuatro casas de la fonda de Doña Lety, era amable y se vestía elegante, después empezó a descuidarse cuando se juntó con Doña Lety, hasta dejó su negocio, mencionó un lugareño que conocía al señor.

Otros testigos señalaron que Don Juan, quien tenía aproximadamente 60 años, además de que era muy celoso, constantemente discutía con su pareja, porque la trataba mal.

El agente del Ministerio Público del Fuero Común (MPFC) inició la averiguación previa 5622/2015 por los hechos que se registraron, pero al fallecer el presunto responsable de las lesiones que sufrió Doña Lety, se extingue la acción penal, según mencionaron las autoridades ministeriales.