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Gran revuelo en redes sociales causó una fotografía en la que aparecen posando ex gobernadores...

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Gran revuelo en redes sociales causó una fotografía en la que aparecen posando ex gobernadores como Joaquín Hendricks y Félix González con el actual mandatario, Carlos Joaquín, y la gobernadora electa, Mara Lezama.

En realidad dicha gráfica no tendría por qué decir más de lo es, una simple foto protocolaria al finalizar el evento de la entrega del Bando Solemne a Mara Lezama, como gobernadora electa de Quintana Roo, pues quiérase o no se trata de personajes que, de una u otra forma, han marcado la historia de esta entidad.

Quien despertó el más álgido debate en torno a la foto, fue el diputado electo, Julián Ricalde, quien en twitter pidió “no más fotos como ésta” y argumentó que “de lo que se trata es de lograr un cambio en la entidad”.

La opinión del también ex presidente municipal de Benito Juárez despertó una serie de dimes y diretes, de opiniones en todos sentidos que en realidad no trascienden más allá que eso: Una serie de dimes y diretes. No más.

Si acaso, lo más rescatable del pequeño texto publicado por Ricalde Magaña, en el que cierto es que embarra una especie de rencor y odio hacia los acompañantes de la gobernadora electa, sería que se trata de buscar un cambio, “el cambio verdadero”, que tanto proclamó Mara en campaña. Eso es lo que en realidad trasciende.

Y vaya que la entidad requiere de un cambio en todos los sentidos y en todas direcciones, quizá empezando por un verdadero trabajo a favor del estado. Eso es lo que necesita, lo que urge la entidad, que sus autoridades trabajen.

A partir de ahí, Quintana Roo empezará a ver ganancia, beneficio, para entonces sí dividir y jerarquizar prioridades como seguridad pública y combate a la violencia, abatir tanto crimen y enfrentar a la delincuencia organizada, a la que pareciera que de pronto le abrieron las puertas.

Lo que hicieron o dejaron de hacer Joaquín Hendricks, Félix González y Carlos Joaquín –y los demás-, ya es historia y el estado no puede detenerse para analizar administraciones anteriores. Es momento de ver hacia adelante y afrontar con trabajo, creatividad, capacidad y talento cada uno de los sectores que –cabe señalar- todos se encuentran en “no muy buenas condiciones” (por decir lo menos). 

Y es la misma gobernadora electa quien ha dicho a sus allegados: “Este es el tamaño de la mesa y sólo tenemos un mantelito para cubrirla” por lo que se requiere de mucha creatividad, de mucha actitud y aptitud para afrontar el problema, problema que –afirman- es mucho mayor del que parece.

Sin embargo, Mara tiene un “as” a su favor, una carta que deberá saber manejar muy bien, de manera puntual y precisa, y esa carta es su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tiene a la gobernadora electa en una muy alta estima.

En ello, en la enorme gestión que deberá realizar, la próxima gobernadora deberá tener especial tino –como lo tuvo con el bulevar Colosio y el Puente Nichupté- y no quemar cartuchos en banalidades. Cada tiro de gestión deberá ser certero.

Se abren nuevos tiempos. Una nueva oportunidad para encaminar al estado hacia el progreso y no hacia el deceso.

Cierto es Julián, lo que hoy se necesita es un verdadero cambio, un cambio de acción y no de demagogia.

Por cierto, nos afirman que –hablando de Julián Ricalde- hay quienes ya lo perfilan como posible candidato a la diputación federal para 2024 por Morena. ¿Será? Al tiempo…

 

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