Este domingo 3 de abril inició en Quintana Roo el período de campañas electorales para la elección de gobernador o gobernadora del estado, y los arranques estuvieron con los ánimos al máximo con gran participación de la militancia y ciudadanía en general. 

En esta ocasión, el color verde en el semáforo epidemiológico estatal por Covid-19 permitió actos proselitistas masivos, tal y como se acostumbraba en las anteriores elecciones en Quintana Roo, previo a la pandemia del nuevo coronavirus. 

En Chetumal, iniciaron campañas la candidata de Morena a la gubernatura, Mara Lezama Espinosa; Laura Fernández Piña por la coalición “Va por Quintana Roo” y José Luis Pech Varguez, por Movimiento Ciudadano. 

Lo anterior nos habla de la importancia que tiene la capital del estado para los candidatos y candidatas que buscan gobernar Quintana Roo, pues es el lugar que tiene más historia, tanto social como política. La ciudad de donde han surgido tres de los siete gobernadores que ha tenido la entidad.  

Por su parte, Leslie Hendricks del PRI, arrancó campaña en Felipe Carrillo Puerto, en un claro interés por acercarse a la zona maya, pero es justamente allá donde el PRI ha sido olvidado, y el priismo solo queda como un triste y mal recuerdo. 

Nivardo Mena Villanueva hizo lo propio en la isla de Cozumel, algo que particularmente llama la atención, pues el grueso de simpatizantes se encuentra en la zona maya del norte del estado, específicamente en Lázaro Cárdenas, municipio que él ha presidido o quizá precisamente por eso decidió no arrancar campaña en ese lugar. 

Pero en este período de campañas hay ciertas singularidades que no se veía con anterioridad, pues el período de campañas electorales fue reducido, de tres meses, a tan solo dos meses, esto con la intención de evitar gastos excesivos a los partidos políticos y a los órganos electorales de la entidad. 

Por ello se espera el desarrollo de un período de campañas intenso, con mucha actividad y movimiento para los y las candidatas a los cargos de elección, y en tan solo dos meses deberán presentar sus mejores propuestas para convencer al electorado de votar por ellos. 

En pasadas elecciones las particularidades e innovaciones fueron otras, como lo fue la participación de candidatos independientes, que francamente fue un fracaso, pues los candidatos que participan en esta modalidad, han demostrado su filiación partidista en múltiples ocasiones, y su independencia siempre es muy cuestionada.  

Pero en esta contienda, ahora la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) y a sus consejeros electorales, adecuar sus reglamentos para que se le dé igualdad de oportunidades a las personas LGBT; una tarea que el Ieqroo se había pasado por alto y que, como siempre, tuvo que venir la autoridad a decirle lo que tiene qué hacer. 

Así las cosas con esta campaña electoral, que se antoja muy interesante y sobre todo muy participativa, que es lo que todos los quintanarroenses esperamos, ya que la apatía es el único enemigo de la democracia. 

Por tradición, los procesos y jornadas electorales en los que se renueva al titular del Ejecutivo estatal cuenta con mayores niveles de participación, y esperemos que en esta ocasión no sea la excepción. 

¿Ofrecerán los candidatos una campaña electoral de altura?