Ernesto Neveu/SIPSE

CHETUMAL, Q. Roo.- Propietarios de sistemas de riego, Centros de Salud y usuarios de agua potable en zonas rurales de Othón P. Blanco, sufren hasta tres veces al mes del robo de cable de baja tensión y transformadores que alimentan los equipos de bombeo de la CAPA, que en la capital también enfrenta este problema; el costo de los hurtos estimado en 350 mil pesos no se compara al perjuicio total que se provoca en una comunidad para reponer los equipos y reactivar el servicio.

 

El gerente del sistema, Rusbel Arceo Sánchez, confirmó que la incidencia mayor es en Cocoyol y El Palmar. Dijo que la población está atenta a estos eventos para denunciarlos, al ser difícil que la policía vigile tantos kilómetros de redes. 

 

La CAPA urgió al Congreso la regulación de los centros de acopio y reciclaje de material, porque afirma, ahí van a parar desde pedazos de cobre sustraídos de la tubería doméstica, hasta los transformadores y conductores de empresas y dependencias.