Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El periodo vacacional ha generado un ligero aumento en el cruce de visitantes por la aduana Chactemal, ubicada en Subteniente López, pues al día son utilizados por mil 200 personas que van de Belice a México y viceversa.

José Otilio Zorrilla García, subdelegado federal de Migración en Quintana Roo, indicó que durante este periodo vacacional han visto un incremento en el ingreso de visitantes que arriban por tierra y mar, lo que ha propiciado que el personal ubicado en la garita de Subteniente López incremente sus actividades para evitar aglutinamientos.

“Es nada más reforzar los puntos de internación porque para nosotros son movimientos normales los que tenemos en esa parte. Ahora que aumenta un poco por la cuestión de las vacaciones sólo se apoya para que no haya embotellamiento en los flujos”, puntualizó.

Sin dar cifras exactas sobre el aumento en el periodo vacacional, dijo que ahora registran un promedio de cruce de mil 200 personas al día, cifra que disminuye en temporada baja, principalmente en los primeros meses del año.   

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Por cielo, mar y tierra 

De igual manera, indicó que tiene personal a su cargo en las terminales marítimas y aéreas, donde la llegada de visitantes de otros países es mayor, a fin de tener un mejor control.

Zorrilla García dijo que por el momento no han presentado un número significante de traslado de personas indocumentadas, aunque para ello no existe un periodo con mayor actividad.

“Tenemos casos aislados que son resultado de los procedimientos administrativos y son los que se  ponen a disposición, pero son números normales y no ha sido nada grave. Los alojados en la estación migratoria son alrededor de 50 personas al mes”, puntualizó.

Para este rubro, los indocumentados pertenecen a Centroamérica como el Salvador, Guatemala y algunos casos de Cuba, personas que en su mayoría sólo utilizan a Quintana Roo como paso para llegar a Estados Unidos.

La mayoría de los retenidos pasan un tiempo en las oficinas del Instituto Nacional de Migración, posteriormente son enviados vía aérea a la Ciudad de México para ser deportados a su país de origen.