Aumentan los casos de sífilis; Quintana Roo lidera la lista

Alrededor de 152 pacientes el año pasado, hasta la mitad de noviembre ya suman 520.

sábado, 4 De diciembre, 2021

[Foto: Contexto/Sipse]

Los casos de sífilis se dispararon en Quintana Roo este año, superando por 368 personas diagnosticadas a las que se registraron durante 2020, dio a conocer la Secretaría de Salud federal.

El reporte más reciente del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) precisa que son 520 casos atendidos hasta la primera mitad del mes de noviembre, contra los 152 del año pasado de esta enfermedad de transmisión sexual del tipo adquirido.

Son 432 hombres y 88 mujeres que llegaron a los hospitales públicos para pedir la atención médica, debido a que presentaron síntomas como erupción cutánea, un tipo de úlcera en los genitales o alrededor de la boca, verrugas llamadas comúnmente condilomas sifilíticos, fiebre o algún tipo de malestar en general del cuerpo.

Además, el informe resalta que hasta el momento no se han registrado casos de sífilis congénita; es decir, cuando se transmite de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.

De hecho, la cifra del estado es la más alta del sureste, superando por mucho a los otros tres estados.

Casos en el sureste

Quintana Roo 520
Yucatán 123
Tabasco 113
Campeche 96

“La sífilis tiene diferentes etapas clínicas; primaria, secundaria, latente y terciaria. El diagnóstico de sífilis depende de la etapa clínica en que se encuentre”, según información de la Secretaría de Salud federal. Destaca que a las embarazadas se les debe realizar la prueba de VDRL o RPR o inmunofluores cencia para treponema pallidum durante la primera visita prenatal, independientemente del trimestre de la gestación en que se encuentre y posterior al parto.

El personal de Salud no debe dar de alta a ninguna mujer posterior al parto sin que se le haya realizado la prueba.

“La primera etapa se caracteriza por la aparición de llagas indoloras en los genitales, el recto o la boca. Una vez que se cura la llaga inicial, en la segunda etapa aparece un sarpullido.

Luego, no se presentan síntomas hasta la última etapa, que puede ocurrir años después. La etapa final puede provocar daños en el cerebro, los nervios, los ojos o el corazón”, recalca.

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