Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Gustavo Barrabás Buitrón Zárate, conocido ambientalista de Bacalar, aseguró que iniciará una marcha hasta el Congreso del Estado y una huelga de hambre si no se retoma el POEL y la Profepa no frena los ecocidios.

Aseguró que su caminata iniciará a las cero horas del cuatro de julio de la cabecera municipal hasta el Congreso del Estado en la capital del estado, donde se declarará en huelga permanente, hasta que sean retomados los trabajos de conformación del POEL.

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Invitará a las organizaciones ambientalistas y ciudadanía en general que comparte el mismo malestar para que lo acompañen en este movimiento ciudadano.

Indicó que mientras esto sucede, el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL), fue suspendido desde el año pasado y con motivo del proceso electoral en marcha, lo más seguro que se retome a finales de año o el próximo, mientras la devastación de la naturaleza local es “pan de todos los días”, afirmó.

Dijo que los bacalarenses se sienten impotentes de observar la destrucción de su entorno natural, mientras las autoridades en sus tres niveles permanecen pasivas y en ocasiones, cómplices, por lo que consideró que se requieren medidas radicales para que sean escuchados antes que Bacalar se convierta en una plancha de concreto.

Hace dos años, Buitrón Zárate, caminó de Cancún a Bacalar para crear conciencia ciudadana sobre el cuidado a la laguna de los Siete Colores, porque ya se vislumbraba la situación que se está presentando actualmente, por lo que consideró necesario adoptar medidas radicales para defender el medio ambiente local a costa de su salud.

Ejidatarios de Juan Sarabia, señalaron que la destrucción de la naturaleza se presenta en gran parte del sur del estado sin intervención de las autoridades, como el caso de 50 hectáreas de reserva forestal del Instituto Tecnológico de la Zona Maya que invadió el comisariado ejidal, Ernesto Haro Gutiérrez.

La semana pasada causó indignación el derrumbe de tres árboles de más de 50 años de antigüedad, para la construcción de un hotel italiano y por el relleno del manglar que rodea el cenote azul, lo cual ha sido denunciado ante la Profepa, sin ninguna reacción hasta el momento.