Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- A pesar de la extinción del caracol chivita que habita en la Laguna de los Siete Colores, pescadores furtivos lo siguen extrayendo y transportando en grandes contenedores al norte del estado.

El diputado por el distrito de Bacalar, Ramón Javier Padilla Balam, señaló que a través de un bufete de abogados y con el apoyo de grupos ambientalistas locales, buscan la fundamentación legal para presentar una iniciativa de ley que evite la extracción del molusco, que de acuerdo con estudios realizados por El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) ha disminuido la población de manera considerable. 

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“Es un tema que se viene arrastrando desde hace varios años, pero que no hemos podido fundamentar… hemos observado que ahora hasta por ‘termoking’ lo llevan a Cancún y otros destinos del norte. Para preparar una botana sabemos la gran cantidad de caracolitos que se necesita, entonces estamos hablando de un problema bastante delicado que ya estamos abordando”, dijo.

Consideró necesario adoptar medidas serias que frenen la extracción furtiva del molusco, pues estudios han determinado la disminución de la población, lo que pone en riesgo su permanencia en ese cuerpo lagunar y aun así no se observan medidas efectivas para frenarlo.

De acuerdo con estudios que llevó a cabo Alberto de Jesús Navarrete, investigador titular del Departamento de Ecología y Sistemática Acuática de Ecosur en 2014, reveló la baja densidad de la población del caracol chivita.

Hasta ese entonces, los resultados fueron a razón de .6 a .8 y hasta de 1.2 en algunos sitios, como en la costa oeste, donde abunda más que en la costa este de la laguna, es decir, la mayor población se concentra en el balneario ejidal hacia el norte.

En esos lugares, los científicos encontraron hace tres años caracolitos de cuatro a 55 milímetros de longitud de concha, cuando antes, según pobladores, se podían encontrar de 70 milímetros.