Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- El sector de la vivienda en la entidad es afectado por la crisis que se vive a nivel nacional desde hace seis años y agravado con la entrada del nuevo gobierno federal; el cambio de modelo de ciudades horizontales a verticales y la apertura de créditos hipotecarios para potenciales clientes, sería el binomio que revierta la caída de hasta 90% del valor de las acciones en las empresas.

Javier Carlos Olvera Silveira, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Quintana Roo, dijo que las empresas han arrastrado en los últimos seis años una crisis que se ve reflejado en la desaceleración de construcción de casas: “ahora se construyen menos fraccionamientos que hace cinco o seis años”, dijo.

Agregó que en los últimos meses, después de la entrada del nuevo gobierno federal, algunas empresas pasaron de tener una pérdida del 40 al 90% del valor de su capitalización, y la Canadevi está en espera de que se lance la nueva política pública de vivienda que venga a revitalizar esta industria.

“La industria de la vivienda está en un momento de incertidumbre y de replanteamiento, llevamos cerca de cuatro años en que no se han detonado los mercados que no atiende el Infonavit y el Fovissste. La gran mayoría que tiene necesidad de una casa habitación  no tiene un esquema de crédito como estas instituciones, ya sea por economía informal o los profesionistas que trabajan por honorarios”, explicó.

Olvera Silveira observó la importancia de que la política en materia de vivienda que se eche a andar desde el gobierno federal incluya en ese sector que sería primordial para que Quintana Roo y en general la industria en México se recupere de la crisis que atraviesa.

Además, agregó,  las ciudades deben cambiar el modelo de crecimiento de horizontal a vertical para evitar “problemas muy grandes como estar lejos de los lugares de trabajo, o que se carezca de equipamientos como escuela o salud”, como sucede en las grandes urbes como la Ciudad de México, donde se invierten  horas en trasladarse de un lugar a otro.

“Esos cambios podrían generar una mejor calidad de vida, mejor planeación (…) sin menoscabo de la calidad de las obras”, dijo.