A pesar de que cada día el uso del sistema bancario es obligatorio, incluso para quienes habitan en zonas rurales para acceder a apoyos sociales, los bancos no han hecho nada para acercar sus servicios.

Tres de cada 10 quintanarroenses mayores de edad enfrentan un serio problema: no pueden acceder a su dinero en sus cuentas bancarias o productos financieros, debido a que viven en zonas rurales con sucursales bancarias y cajeros a más de 3 horas de distancia.

Un estudio del Banco de México (Banxico) revela que el 33.2% de los habitantes de Quintana Roo gasta más de 120 pesos para trasladarse a un cajero automático y disponer de dinero en efectivo.

El documento “Resultados de estudios cuantitativos y cualitativos sobre efectivo”, señala que esta cantidad es muy superior a los 30 pesos que suelen invertir los pobladores de las comunidades rurales a nivel nacional.

Esto se debe a que el 85% de los cajeros automáticos se encuentran distribuidos en las ciudades, mientras que sólo el 15% fueron instalados en los poblados.

En cuanto a sucursales, el 82% están en las demarcaciones urbanas y el resto en las rurales.

Esto provoca serios problemas a los habitantes, pues para disponer de su dinero o realizar pagos bancarios deben trasladarse por trayectos de hasta 70 minutos en promedio, aunque algunos, ubicados en las zonas más alejadas, deben viajar por tres horas.

A esto se le suma el costo de traslado, que en Quintana Roo alcanza los 81 pesos promedio.

Claro que existen los intermediarios, como tiendas de abarrotes que pueden otorgar ciertas cantidades de dinero a los derechohabientes de las tarjetas. Sin embargo, suelen cobrar comisiones que llegan a alcanzar el 10% de las comisiones.

De acuerdo al documento, esto ocasiona una brecha financiera que afecta por igual a jóvenes y adultos, pues impide que tengan pleno acceso y uso de cuentas bancarias, créditos que les permitan impulsar sus emprendimientos o actividades, seguros que los protejan en determinadas situaciones y ahorros para el retiro.