Basura acústica
La contaminación atmosférica no es la única que tiene efectos perjudiciales para el planeta.
La contaminación atmosférica no es la única que tiene efectos perjudiciales para el planeta. La contaminación acústica es uno de los factores ambientales que provoca más problemas de salud, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entendamos por contaminación acústica la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente.
El sonido y el ruido es una onda que se propaga por el aire, llega a nuestros oídos y produce la sensación de escuchar. La unidad que se utiliza para medir el sonido es el decibelio (dB).
La contaminación acústica va más allá de las molestias generadas por el ruido y del que con frecuencia no somos conscientes. La OMS señala que la contaminación acústica es el segundo factor ambiental más perjudicial para la salud, detrás de la mala calidad del aire.
El ruido puede provocar efectos auditivos y si es de gran intensidad daña nuestro oído y en ocasiones con efectos irreversibles.
Pero también la exposición a niveles bajos durante tiempo prolongado, puede provocar numerosos efectos como estrés, ansiedad, alternaciones del sueño, reducción del rendimiento académico, efectos cardiovasculares, respiratorios y aunque parezca increíble, hasta diabetes y obesidad; así como bajo peso al nacer, parto prematuro, mortalidad infantil y agudiza las enfermedades neurológicas degenerativas. Se dice que 1 de cada 5 personas están expuestas a ruido de tráfico superior a lo permitido.
El ruido ambiental causa 72,000 hospitalizaciones anuales y 16,600 muertes prematuras en el mundo anualmente. Aunque algunos países ponen sanciones por ruido, es mejor tener conciencia y será mejor comenzar por rebajar los decibelios de nuestros actos cotidianos, antes de que las urbes se conviertan en algo insoportable.
Así que sugiero bajar el volumen del televisor, de los aparatos de sonido, no abusar del uso de audífonos, del claxon y mantenerse, de ser posible, alejados de zonas de alto ruido. Espero que en nuestra ciudad no haya tanto ruido que dejemos de escuchar el sonido del mar. Hasta la próxima semana.