Las playas de Cancún y del Caribe mexicano no solo son asediadas por las miles de toneladas de basura que se generan diariamente en la región, sino también por la que llega de otros países.

Un estudio elaborado por la organización internacional Greenpeace y el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM, en Puerto Morelos, da cuenta de la grave problemática del plástico, que ha comenzado a ganar terreno a la fauna marina.

Pero uno de los resultados que llamó más la atención a los especialistas es justamente el origen de la basura plástica.

El origen de los plásticos se identificó a través de las marcas, pues en algunos casos solo en dichos países se produce y comercializa. Desechables, tapas, bolsas y etiquetas son los plásticos más comunes en el mar. 

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Sin embargo, debido al desgaste de los materiales y su fragmentación, solo fue posible identificar el origen del 3.5 por ciento de los residuos encontrados.

Además de los provenientes de México, los investigadores encontraron productos de

• Estados Unidos,
• Francia,
• Turquía,
• Italia,
• Singapur,
• Ecuador,
• Colombia,
• Jamaica,
• Puerto Rico,
• República Dominicana y
• Guatemala.

“El origen de las piezas plásticas apenas es un indicio sobre la magnitud del problema existente y de la responsabilidad del sector privado en este tema”, expone el estudio.

Los autores refieren que esta realidad pone de manifiesto la necesidad de que las empresas del ámbito mundial, nacional y local asuman la responsabilidad que les corresponde en la lucha contra la contaminación por plásticos mediante la adopción de medidas ambiciosas como la de transparentar su huella plástica, es decir, cuánto plástico producen o utilizan.

Asimismo, añaden, deben las compañías responsabilizarse de la gestión de los residuos que sus productos generan y poner a disposición soluciones de consumo. Este último punto significa que las empresas deben ofrecer a sus clientes opciones libres de plástico, transitando hacia nuevas modalidades de proveer sus productos, basadas en la reutilización de materiales durables, resistentes y no tóxicos, así como mediante sistemas de recarga y rellenado.

Lorenzo Álvarez Filip, del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal; expuso que los plásticos en el mar representan una gama amplia de problemas, desde la mortandad de especies por ingerir piezas hasta ser un transportador de patógenos contaminantes que pueden derivar en enfermedades mortales para los corales.