Sin regalo de Reyes a los diputados

Regidos por el tiempo del calendario litúrgico 2018, el 6 de enero es Día de Reyes, y es costumbre planificar el destino inmediato.

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Regidos por el tiempo del calendario litúrgico 2018, el 6 de enero es Día de Reyes, y es costumbre planificar el destino inmediato. Comienza un nuevo año, se revisa lo que se ha hecho y con un balance se orientan las aspiraciones hacia el futuro, es una nueva oportunidad para empezar.

En la víspera de ese pasaje, en el recinto de Punta Estrella, como la de Belén –

que guió a Los Reyes Magos al pesebre sagrado–, los diputados emocionados se disponen a poner la carta en su zapato pensando que si les traen regalo serviría de disculpa para resarcir su mal comportamiento.

En Quintana Roo se tiene un Parlamento que se rige por las imposiciones a la hora de legislar –unas por comisión, otras por omisión– las que se han hecho que se imponen sobre la democracia, Vox Populi, Vox Dei.

Mientras sus figuras están reflejándose con actitudes de sumisión para presumir con ser representativos del triunfo del gobernador y que están bajo la venia del Señor esperando su bendición para ser de los ungidos y emprender el salto que sigue en la batalla electoral que inicia.

Los diputados –en su mayoría– esperan trato preferencial por ser aliados del triunfo y cuya única alternativa, de entrada, no la conocen ni ellos mismos y ni el más avezado en las artes de la adivinación y de las visiones premonitorias acierta.

Cuando se le ha engañado al pueblo con vanas promesas, para disimular esa afrenta a la ciudadanía, tratarán de rectificar los torcidos caminos demasiado tarde, porque la imagen deteriorada del diputado se omitirá a la hora de cruzar la boleta del voto.

Si algún mérito tienen los actuales diputados es ser buenos destruyendo todo aquello de lo cual se les ha encomendado y, de tan buenos destructores, resulta ser que están a punto de destruirse a sí mismos.

Al dinamitar la soberanía popular y, por tanto, ofendiendo la fuente de poder democrático, los legisladores se han convertido en lo peor de lo que critican del pasado. Nuestros diputados están a punto de destruirse ellos mismos por efecto de las malas ejecutorias.

Al partir la Rosca de Reyes, para departir el óvalo azucarado de pan y los muñecos que les tocaran, luego, al despuntar el día, los 25 diputados se preguntarán así mismos, ¿qué nos trajeron Los Reyes? ¡Nada porque se portaron mal! –Su conciencia les responderá.

No se olvida el año viejo

Corría la mitad del año 2016; en esa oportunidad el triunfo de la alternancia en Quintana Roo se alcanzó, el pueblo superó un estado de desesperanza y hartazgo, solidarizándose en las urnas para elegir al nuevo Gobernador del Estado.

Tiempo después los resultados fueron fundamentales para el futuro de Quintana Roo y a favor de Carlos Joaquín, quien surgió como un gobernador no priista, venciendo al régimen que regía en el Estado.

Al margen de los partidos políticos tradicionales, PAN-PRD, como líder necesario y oportuno, el gobernador Carlos Joaquín González se ha convertido en la figura política más importante y seguirá jugando un papel fundamental en la vida democrática de Quintana Roo.

Muchos hicieron suya la victoria, especialmente los de la unción alada, derecha e izquierda, PAN-PRD al lado. El triunfo del Gobernador no se debió a ellos, sino porque para los quintanarroenses representaba un nuevo proyecto para fortalecer la unidad del gobierno con el pueblo.

Antes ningún político fuera del PRI había logrado tal hazaña y las felicitaciones llegaron de aquí, allá y acullá. Figuras de los partidos alados y aliados que lo acompañaron en el proceso inmediatamente se pusieron a disposición del nuevo mandatario quintanarroense, exigiendo un espacio en el gobierno.

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