Luego de la pausa decembrina, en Quintana Roo los principales partidos han dilucidado nombres -como ola de tsunami- de aspirantes a una u otra nominación para contender en las batallas que se avecinan respecto al proceso electoral 2018 por arrancar.

De momento, los virtuales pretendientes de los tres de tres, -de los tríos de partidos en concilio electoral-, han correspondido ir por el boleto respectivo para aspirar a los cargos de elección popular representando al Estado en cuatro diputaciones en San Lázaro y tres curules en el Senado y, además, el cambio en las 11 presidencias municipales. –Incluyendo a los de reelección-.

Hay que destacar que se está viendo una saturación de prospectos dirigidos a portar las investiduras partidistas -cada quien con su cada cual-, o bien sean tránsfugas de otros bandos presumiendo ser de lo mejor para recaudar votos gracias a su preeminencia, cartel proselitista y preferencia electoral.

Precisamente es en el acuerdo de ley que obliga a allanar el camino en las diferencias con la recapitulación política de las pretensiones a candidaturas independientes como los que se inscribieron ante el IEQROO para avocarse a juntar el firmadero correspondiente.

Sin ningún signo ni color, ya que un actor Independiente quedará por siempre a merced del avispero partidista, como Prudencio Alcocer Balam por el municipio de Bacalar; Issac Janix Alanís, BJ; Javier Antonio Aguilar Duarte, Solidaridad; Berzaín Rodrigo Vázquez Coutiño, BJ; Fany Fabiola Cahum Fernández, FCP; Ariadne Song Anguas, OPB y Gloria del Socorro Mex Alcocer, Cozumel.

También se inscribieron: Jaime Adrián Chicatto, BJ; Julio Alfonso Mauricio Velázquez, OPB; Carlos Alberto Hernández Ojeda, Cozumel; Manuel Jesús Tacú Escalante, BJ; Andrés Florentino Ruiz Morcillo, OPB; María Cristina Vega de Cabrera, OPB y Jorge Latapié Venegas, BJ.

Fueron más de 40 años de curtimiento en consecuencia de candidatos para saldar el problema de las ocupaciones de derecha, PAN; predominando el centro, PRI y el insurrecto de izquierda, PRD que, por cierto, supieron negociar para conservar justamente su mejor ventaja, Ahora se tuvieron que conjuntar con otras fuerzas para enfrentar la contienda electoral por venir. 

Esquina bajan 

Previo a las definiciones de candidatos a la contienda electoral 2018 fue la renuncia del titular de Sefiplan, Juan Vergara Fernández, para jugar la diputación federal por el III Distrito electoral federal asentado en BJ por la coalición “Por México al Frente”. –Fue strike cantado-.

De ese jaez, azas, Miguel Ramón Martín Azueta, renunció a la jefatura del Despacho del Gobernador para apuntarse como candidato para contender por el aliado del Frente, Movimiento Ciudadano, a la diputación federal por el Distrito I con cabecera en Playa del Carmen, Solidaridad.

Otro escenario que parecía impredecible, pero en política todo cuenta, el secretario de Sintra, Jorge Portilla Manica, levanta la mano por el PRD para contender en la batalla con el Frente por la presidencia municipal de Tulúm que mientras está en manos del PRI.  

Por esas señales no se necesita ser adivino para pronosticar que la salida del perredista, Julián Ricalde Magaña, seguirá por el mismo camino, sólo que el pugilista iría como segunda fórmula al Senado haciéndole pareja a la primera fórmula que es para una abeja del Panal. 

No a los diputados ávidos y vivos

Ni de izquierda ni de derecha, como son los diputados del ahora Frente, quien destronaron a los del partido tricolor de la Gran Comisión del Congreso del Estado. Quienes, desde el confort de camerinos del edificio caracol del Bulevar Bahía, están alzando la mano para ser de los ungidos –no importa el color con que se miren-. 

A esos representantes del pueblo que salen a relucir gastos superfluos, como los vuelos en jets privados de alta alcurnia, exorbitantes gastos de representación, choferes, asesores, modernas camionetas, gasolina, celulares, prerrogativas y bonos, que ya parecen de millonarios.

Las muestras de vida lujosa resultan chocantes ante un pueblo alicaído y de necesidades, por todo ello se les va a negar el voto. –Se predice-.