El cuerpo de bomberos de Felipe Carrillo Puerto pierde recursos económicos y humanos en reportes falsos o las llamadas “falsas alarmas”, donde se les solicita su atención en algún punto por un  hecho irreal.

Nayro Alonso Cen Cahuil, jefe de la dependencia municipal, sostuvo que desde el inicio del periodo intenso de calor y sequía en el mes de marzo a la fecha, se han atendido más de 15 falsas alarmas, en distintos puntos de la cabecera municipal, hasta comunidades.

“Estas falsas alarmas no solo representan una carga adicional para el cuerpo de bomberos, sino que también implican una pérdida de recursos valiosos, tanto económicos como humanos. Cada llamada de emergencia moviliza a personal capacitado hacia el lugar indicado, que podrían destinarse a situaciones de verdadera emergencia”.

Destacó que en ese periodo se han atendido más de 20 casos de incendios, entre casa habitación, conatos, derechos de vía y maleza, pero hay un porcentaje similar en las falsas, pese a la situación y necesidad que se vive en la temporada, las personas han optado por jugar con las líneas de emergencia.

Hizo un llamado a la consciencia, pues tanto las falsas alarmas y la responsabilidad de la población en el manejo del fuego son también un factor de riesgo, muchos incendios se producen por prender basura, tirar colillas de cigarros, entre otras, es necesario siempre cuidar el entorno.

“Recordemos que estamos en un periodo complicado, si tenemos altas temperaturas, si tenemos tanta velocidad de viento y tenemos una baja humedad relativa, estas son condiciones propicias para que los incendios avancen, pero en el momento que se registra uno, nos hacen una broma, estaremos descuidado un hecho real”.

“Es fundamental que la comunidad comprenda el impacto negativo de las falsas alarmas y evite realizar llamadas innecesarias que puedan desviar la atención de los bomberos de situaciones reales de peligro, es necesario promover una mayor educación sobre el uso adecuado de los servicios de emergencia y fomentar la responsabilidad en el reporte de situaciones de riesgo real”.