Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Con un promedio de aprovechamiento estimado en 420 toneladas de langosta para la temporada de pesca, que inició en julio y concluye en febrero de 2014, se busca que en Quintana Roo este aprovechamiento pueda alcanzar las 600 toneladas anuales, sin incrementar la captura, sino utilizando el 100 por ciento del producto.

Actualmente los pescadores únicamente comercializan la cola de la langosta; sin embargo, ahora la intención es que se realice la venta de manera entera.

Durante la etapa de captura, una vez concluido el periodo de veda, se tiene autorizado para las cooperativas pesqueras 420 toneladas de la especie.

En el estado existen 16 cooperativas que integran a un total de 818 pescadores que han encontrado en el aprovechamiento de la langosta un sustento económico para sus familias.

Para el Director General de Pesca y Acuacultura de la Secretaria de Desarrollo Económico, Martín Domínguez Viveros, la derrama económica para las familias que subsisten de dicha pesca, puede ser mayor si se comercializara la langosta entera “estamos haciendo los esfuerzos necesarios para que el volumen que se vende pueda ser mayor cada año aunque la cantidad de explotación sea la misma. Esto es trasladando la pesca de cola a la comercialización de la langosta entera, viva o fresca, y que tiene un buen precio”.

El precio de kilo de langosta entera en el mercado local es de 190 pesos. En tanto cada pescador captura, en promedio de 10 a 15 kilos por semana, por lo que los ingresos económicos serían considerables.

“La mayoría captura entre 10 y 15 kilos por semana así que el nivel ingreso es aceptable, además mientras más alternativas de valor agregado más rentable será para ellos” recalcó.

La temporada de captura de la langosta en el estado de Quintana Roo es del 1 de julio al 28 de febrero de 2014, haciendo un total de 8 meses de pesca, y una veda de 4 meses, cuyo objetivo es permitir la reproducción de la especie.

En este sentido, el Director General de Pesca y Acuacultura, Martín Domínguez Viveros destacó que de acuerdo con cifras arrojadas por especialistas en vida marina, en la costas del sur y centro de la entidad, hay una pesquería sana, ya que existe respeto por parte de los hombres del mar a las tallas mínimas además de que se aplica la práctica de liberar a las hembras con hueva.

Sin embargo, esto no se da en todo el estado, ya que principalmente en la zona norte del estado, algunos pescadores ante la alta demanda del producto, sobre todo en las temporadas de veda, optan por la captura furtiva sin importar las consecuencias, afectando la población del crustáceo.

En este sentido, Domínguez Viveros señaló que este año, únicamente 6 de las 16 cooperativas registradas en el estado, buscan renovar la certificación de pesca sustentable que garantiza la aplicación de prácticas de respeto y conservación.

Estos grupos de pescadores son lo que realizan capturas desde la biosfera de Sia’an Ka’an hasta Banco Chinchorro, y son quienes han auto propuesto medidas de conservación, plan de manejo y de protección para la especie, en busca de no poner en riesgo el sustento de sus familias.

“En la zona sur hay un sistema de manejo y de respeto a tallas mínimas que son medidas auto propuestas y desarrolladas por los pescadores. Según los análisis nos dicen que estamos estado de explotación sustentable y podemos asegurar que mientras no exista un rebase del máximo permisible tendremos una pesquería sana” finalizó.