Cancún: investigadores del INAH denuncian ante la Fiscalía proyecto del Tren Maya
Afirman que la construcción pone en peligro la integridad de monumentos prehispánicos.
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentaron una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República en contra del proyecto del Tren Maya en el sureste ante la “inminente destrucción inducida” de monumentos arqueológicos.
La denuncia, interpuesta por los investigadores Felipe Ignacio Echenique March y Juan Manuel Saldoval Palacios tiene 109 páginas de justificación técnica. Asegura que el proyecto del Gobierno federal provocará daños continuos al patrimonio histórico de la región, lo cual, alegan, es contrario a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (LFMZAAH).
“La presunción de destrucción inducida y continuada de una cantidad indeterminada de Monumentos Arqueológicos, Históricos, Artísticos y Paleontológicos, no sólo por las tierras que transitarán los trenes, sino también por todos los territorios donde ejercerá su influencia transformadora y destructiva, la deducimos al observar y constatar que el Gobierno Federal ha actuado y sigue actuando en contrario de lo que se mandata en la legislación, al comportarse de manera simulada y omisa en la conservación de una cantidad indeterminada de Monumentos Arqueológicos existentes en las tierras y territorios por donde transitarán y dejarán sentir su influencia colonizadora intensiva y extensiva los llamado Tren Maya y del Istmo de Tehuantepec”, aseveran los académicos del INAH en la denuncia.
Director del INAH ignora opinión de expertos sobre el Tren Maya
Añaden que se trata de una simulación al no tener pruebas de haber hecho lo suficiente para ordenar, proponer, coordinar o impulsar con el debido tiempo y oportunidad, los trabajos necesarios para salvaguardar ese “reconocido mundialmente como in-agotado universo de monumentos arqueológicos” existentes en el sur-sureste de la actual República Mexicana.
Echenique y Sandoval también acusaron al director del INAH, Diego Prieto Hernández; de hacer caso omiso a la voz de expertos dentro del instituto y declarar públicamente que no le correspondía detener las obras.
“Ante tales declaraciones diversos grupos de académicos del INAH le solicitamos al Director General del INAH reuniones para tratar los problemas que observábamos podían derivarse de aquellos planteamientos, tanto en lo social, como en la salvaguarda de los Monumentos Arqueológicos de aquellas regiones. Nuestras voces y demandas no fueron escuchadas y constantemente fueron desestimadas y desatendidas bajo el argumento de que no se conocían con precisión los trazos de las rutas del Trenes Maya y del Istmo”, describen.
Por tanto, refieren que la falta de acciones de las instituciones que deberían velar por la salvaguarda de los sitios arqueológicos los llevó a solicitarle formalmente medidas a la FGR.
En la ruta del Tren Maya que correrá por mil 500 kilómetros y conectará los estados de Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán; se encuentran 30 zonas arqueológicas abiertas al público y, según el recuento de los especialistas, más de tres mil zonas de monumentos.
Transparencia no responde a solicitudes de los arqueólogos
Los científicos aseguran que la información pública es escasa y no fueron respondidas sus solicitudes de información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.
Una de las preocupaciones más recurrentes en la justificación de la denuncia es la expansión turística y la consecuente demanda de servicios, que implicará a su vez más infraestructura y más población.
Exponen que el incremento del turismo en las proporciones planteadas exigirá servicios hasta hoy inexistentes, no sólo en las áreas abiertas a la visita pública, dentro de las zonas arqueológicas, sino inclusive en sus inmediaciones.
“Las demandas de un turismo creciente conllevarán necesariamente a la apertura de los espacios e instalaciones que las satisfagan y lo cual inevitablemente causará la destrucción de Monumentos Arqueológicos e históricos, al instalar los servicios en las proximidades de las áreas abiertas a la vista pública. Presión de servicios que irá asfixiando las áreas monumentales hoy dispuestas a la vista pública, pero que insistimos no son ni el 10% de los que queda por estudiar, exhumar y conocer”, escriben Felipe Enechique y Juan Sandoval.