La contaminación en los manglares de la laguna Nichupté ha aumentado al doble durante el primer bimestre de 2023, en comparación con el mismo período del año pasado, principalmente por artículos no reciclables.

Alejandra Corona Contreras, directora de la empresa Pepenice, señaló que tras dos visitas al manglar en el presente año, a la altura del kilómetro 4.5 del bulevar Kukulcán, en cada una se han retirado aproximadamente 150 kilogramos de residuos como envolturas de papas, plásticos, vidrio, pet, vasos de hoteles, entre otros.

Pero en comparación con el primer bimestre de 2022, cuando también se hicieron dos actividades, el promedio de basura retirado por jornada era de alrededor de 80 kilos, mayormente de los mismos materiales.

“Como tiene manglar, la basura se mete en medio del manglar, y para nosotros entrar hasta lo profundo del manglar es muy complicado por temas de peligro, porque puede haber cocodrilos, o porque no queremos lastimar el manglar con los kayaks, y si nos bajamos a caminar hay arena movediza y no sabemos qué tan profunda es”.

Eduardo Torrecilla Chávez, director de operaciones de Pepenice, explicó que por cada actividad se abarcan alrededor de 300 metros lineales de mangle ubicados junto a las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La basura proviene de embarcaciones y de hoteles, aunque la entrevistada lamentó que también se ha encontrado por lo menos una botella con un cangrejo dentro, al igual que corcholatas atoradas en los cuerpos de los crustáceos, e incluso plásticos que quedaron atrapados en las raíces del manglar, y éste, al crecer, conserva el residuo.

“Aproximadamente cada mes y medio se limpia el manglar. Una de las actividades fue a inicios de año, y la segunda, a finales de febrero. Alrededor del 40% del total de la basura que se saca de la laguna es reciclable”.

Por otra parte, Corona Contreras aclaró que a pesar de la variedad de residuos sólidos que retiran de la laguna, no pueden sacar los restos de motos acuáticas, por su peso.

“Una manera es dejar de consumir tanto plástico, cargar nuestro termo en lugar de consumir 20 botellas (con agua) a la semana, en lugar de tomar refresco, hacer nuestra agua y traerla; tener tuppers para no utilizar unicel. Aparte ahorramos, económicamente es más barato consumir saludable, cuidamos al medio ambiente y al cuerpo”, destacó.