Yajahira Valtierra/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las mujeres son 30% más propensas a ser compradoras compulsivas, debido a que la mayoría de los productos son elaborados con base a sus necesidades o deseos, explicó Irmgard Von Wobeser, psicóloga desde hace 35 años.

Tres de cada 10 mujeres son susceptibles a padecer esta necesidad y sólo uno de cada 10 hombres lo hacen.

Es un padecimiento que se desencadena por el afán de obtener cosas nuevas constantemente aunque sean inútiles, lo que genera placer a la persona que lo práctica.

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Llega a desarrollarse por la pérdida de una persona, en donde los objetos son  utilizados para llenar el vacío emocional o el estrés, el cual genera ansiedad  convirtiendo  inconscientemente las compras en un hábito incensario o en una rutina de relajación.

Pueden detectarlo cuando generan más gastos que ingresos y acumulan grandes cantidades de productos  con los que ya cuentan como maquillaje, ropa, zapatos y autos, entre otras cosas.

El factor de la publicidad invita a los ciudadanos a adquirir la felicidad por medio de cosas materiales, por ello muchas personas al conseguir  algo nuevo sienten satisfacción inmediata, aunque no dure mucho.

En ocasiones quienes son compradores compulsivos malinterpretan la perspectiva hacia la sociedad, evaluando a la gente por lo que demuestran tener y no por lo que son.

Compras en abonos

Las tarjetas de crédito y las compras en abonos también motivan a los ciudadanos a adquirir algunos productos aunque no cuenten con el dinero para comprarlos. Este factor ayuda al incremento de deudas y el aumento de personas en el Buró de Crédito.

El problema se puede remediar trabajando en la fuerza de voluntad, la cual se desarrolla como si fuera un musculo, expresó la especialista en psicología.